Después de casi dos meses de reclusión, monseñor Lucio Vallejo Balda, uno de los principales acusados del llamado caso ‘Vatileaks2’, ha obtenido el permiso del arresto domiciliario, pero no podrá dejar la Ciudad del Vaticano.
El tribunal vaticano encabezado por el presidente Giuseppe Dalla Torre, concedió la casa por cárcel al prelado español acusado de sustraer documentos reservados de la Santa Sede, “violando la confianza del Papa”, y divulgarlos a la prensa.
El sacerdote pasará la Navidad y las fiestas de fin de año en un alojamiento reservado dentro de los muros leoninos. El padre Lombardi, portavoz vaticano, dijo que se encuentra “en arresto domiciliario en un apartamento en el Vaticano”, luego que ha dejado “el edificio de la Gendarmería vaticana”. La medida durará hasta la reanudación del proceso, que posiblemente será al final de febrero.
El acusado detenido desde el pasado 01 de noviembre fue secretario y miembro de la ya disuelta Comisión investigadora de los organismos económicos y administrativos de la Santa Sede (COEA). Vallejo Balda fue llamado a proceso junto a la relaciones publicas italiana, Francesca Chaouqui, que también fue miembro de la misma comisión y, el colaborador, Nicola Maio.
Los otros acusados en el llamado caso ‘Vatileaks2’ son los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, quienes publicaron dos libros con los documentos sustraídos a la Santa Sede.
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