Oh Tannenbaum es un villancico alemán del siglo XVI que rinde honor al abeto, un árbol que siempre se mantiene firme y bello, tanto en el invierno más crudo como en el verano más cálido. Una bella analogía que poner en práctica: ante las dificultades de la vida o las alegrías siempre mirar hacia el pesebre donde ha nacido el niño que salvará al mundo y que jamás se rindió frente a ninguna dificultad o desasosiego.
Oh abeto, oh abeto,
Que verdes son tus hojas.
Oh abeto, oh abeto,
que fieles son tus hojas
Tú no estás verde solo en verano,
sino también en invierno cuando nieva.
Oh abeto, oh abeto,
que fieles son tus hojas.
Oh abeto, oh abeto,
tú me gustas mucho
oh abeto, oh abeto,
tú me gustas mucho
Cuántas veces en invierno ya
un árbol como tú nos ha alegrado.
Oh abeto, oh abeto,
tú me gustas mucho.
Oh abeto, oh abeto,
tu vestido me quiere enseñar algo
oh abeto, oh abeto,
tu vestido me quiere enseñar algo
La esperanza y constancia
siempre nos da consuelo y fuerza.
Oh abeto, oh abeto,
tu vestido me quiere enseñar algo
tu vestido me quiere enseñar algo.