La historia de este clip es por sí misma un espléndido testimonio de que la música puede contribuir mucho al respeto y a la paz entre las religiones: en 2014, la cantante rusa Yuliana estaba de paso en París y escuchando la radio, quedó seducida por una canción.
De vuelta a Rusia, decidió producirla. Conoció por internet un rapero de confesión judía, Rodjo, y un rapero de confesión musulmana, Vsteh.
Ella les propuso asociarse los tres para interpretar esta canción y dar testimonio así de que tres artistas de religiones diferentes pueden unirse para llevar un mensaje de paz.
Los artistas nunca llegaron a encontrarse físicamente, cada uno registró y filmó en su país.
Este clip se dirigió en primer lugar a las casas discográficas, pero ninguna quiso comercializar esta canción. Entonces decidieron difundirla en Facebook y Youtube para que pudiera descubrirla un público lo más amplio posible.
Lo que me impresiona de este clip es que la luminosa Yuliana está discretamente en el corazón de la interpretación, un poco como María está en el corazón de la historia humana con el dulce poder de su Magnificat…
Cada vez que he ido a Éfeso a la Casa de María en Turquía, me ha impactado experimentar cómo en ese lugar es posible un diálogo entre las religiones: es como si la dulzura de la presencia de María rompiera todas las distancias.
Sólo María, Madre de los hombres, puede reunir a todos sus hijos. La paz del mundo vendrá por ella… pero para que venga, hay que rezar mucho a nuestra Madre para acoger en este jubileo la Misericordia de su Hijo.
Entonces, no seamos sólo “espectadores” de este vídeoclip por la paz: comprometámonos hoy en la oración con María para hacer avanzar día a día su plan de paz en el mundo.
Por Père Marie-Michel
Hoy celebramos a...