Sólo quería recordarte: eres especial para DiosMientras te escribo siento la presencia de Dios. Es un sentimiento tan fuerte que se te desborda del alma. No lo puedes contener.
¡Dios mío!
Te inunda súbitamente una alegría, un gozo indescriptible, sobrenatural.
Quisieras abrazarlos a todos, amarlos a todos.
La vida de pronto cobra un nuevo significado, un sentido de eternidad.
Te das cuenta del Amor inmenso que Dios siente por ti.
Sí, Dios te ama.
Y tal vez escribo estas palabras sólo para recordarte hoy esas maravillas:
“Eres especial para Dios.
Eres su ternura. Su complacencia.
Y no importa nada de lo que hayas hecho en el pasado. Él está dispuesto a perdonártelo TODO”.