Francisco llama a la solidaridad para salir de la grave crisis ecológica propiciada por hombres idolatras“El año que está por terminar estuvo marcado lamentablemente por un creciente número de conflictos violentos, sea bélicos o de terrorismo. Por otro lado, esta situación está causando cada vez más en las conciencias más maduras una reacción no violenta, más espiritual y moral”, afirmó el Papa este jueves 17 de diciembre.
Lo hizo al recibir en audiencia en la Sala Clementina del Palacio Apostólico a los embajadores de Guinea, Lituania, India y Bahréin quienes presentaron sus cartas credenciales ante la Santa Sede.
El Papa exhortó colaborar con las fuerzas diplomáticas para “promover en el mundo una cultura de la solidaridad, que pueda detener esa globalización de la indiferencia que es lamentablemente una de las tendencias negativas de nuestra época”. Así, evocó, el tema de su mensaje para la paz 2016: Vence la indiferencia y conquista la paz.
La “grave crisis ecológica” que estamos viviendo tiene sus raíces en un “humanismo desequilibrado”, es decir, en el que el hombre toma el lugar de Dios, y por ende, “es víctima de varias formas de idolatría”.
Una “indiferencia hacia Dios” que se alimenta y está vinculada a otras indiferencias hacía el prójimo, el medio ambiente. De esta manera, invitó a dar una respuesta que aborde todas estas indiferencias.
Así, propuso “un humanismo renovado”, que reubique al ser humano para que tenga una justa relación con el “Creador, los demás y con la creación”.
Una “cultura de la solidaridad y de compartir” que necesita un nuevo “compromiso en ámbito político, social, cultural y educativo”.
En su mensaje el Papa pide una alianza educativa, así como mayor responsabilidad a los medios de comunicación, inversiones para la escuela, y mejorar la relación entre las familias y el contexto social.
Entretanto, el Pontífice auspició la plena “libertad religiosa”, iniciando por los países representados por los embajadores que han apena presentado sus credenciales ante la Santa Sede.