Parroquias, hogares y grupos cristianos se preparan para la llegada de 30.000 jóvenes europeosValencia acoge esta Navidad el 38ºEncuentro Europeo de Jóvenes. Una actividad que reúne a más de 30.000 jóvenes de entre 18 y 35 años provenientes de toda Europa (donde también acuden muchos jóvenes valencianos), para vivir un tiempo de reflexión, de oración, y de intercambio.
Jóvenes con una sensibilidad especial que han encontrado en Taize, su espiritualidad y en su manera de vivir una respuesta a sus inquietudes. Es el caso, por ejemplo de Salomé, francesa de 26 años para quien Taizé le cambió la vida: “El año pasado pasé unos momentos difíciles y decidí empezar el camino de Santiago desde mi pueblo” cuenta. La ruta pasaba por Taizé. “Iba a estar dos noches y me quedé 8 meses”. Al llegar “mi relación con Dios era casi inexistente, allí, eso cambió”. Ahora Salomé es voluntaria en el Centro de Preparación de San Lorenzo.
En el mismo lugar y desde hace más de seis semanas se encuentra Nawojka, una polaca de 22 años que no ha parado de trabajar para la organización de este encuentro. No para de llamar a las puertas de las parroquias, de las familias, de la ciudad: “La cálida bienvenida y el apoyo que siento todos los días es algo abrumador… para bien”.
“Es como pequeños regalos que recibo de forma gratuita. Parece que el equilibrio entre lo que me pasa y doy no es igual”, explica Nawojka que se reúnee con sacerdotes y con familias que ofrecen acogida a los jóvenes europeos que llegan al encuentro:“Como respuesta innumerables veces he oído una sola frase ‘a partir de ahora, usted tiene su casa aquí’. No puedo pedir nada más. Todo eso me llega muy hondo. Soy una extranjera que viene a vivir aquí cuatro meses y que ni siquiera hablo español con fluidez”.
Es un trabajo de preparación que no puede faltar en ningún encuentro. Todavía faltan lugares en casas valencianas para acoger a jóvenes y continúan buscando hogares: “¡La hospitalidad es esencial en el encuentro!”, explican los organizadores, que además…no piden mucho: “Los jóvenes tan solo necesitan un lugar donde extender su esterilla y su saco, 2 metros cuadrados, y un desayuno sencillo. Después participarán en el programa de cada día. Regresarán tras la oración de la tarde, en torno a las 22:00h.”
Bien conocen esta hospitalidad los valencianos Pablo y Rosalía, participantes en otros encuentros europeos. Se conocieron en Taizé. Eran dos jóvenes y ahora son una familia. Tienen dos hijas de 1 y 3 años. Rosalía explica cómo han tenido la suerte de ser acogidos en otros encuentros y ahora quieren vivir como familia. “Los encuentros europeos te dan la posibilidad de cambiarte la mirada, de abrir los ojos, de ver todo lo que tienes alrededor y de ver cuanta gente hay en este mundo y en Europa apostando por la paz, por la reconciliación y apostando por el encuentro entre las personas y las culturas”, añade Pablo.
Valencia toma el testigo de lugares como Praga, Estrasburgo, Roma, Berlín, Rotterdam, Poznan (Polonia), Lisboa, Barcelona, París…y durante estos días 200 parroquias, comunidades cristianas de toda la región; la catedral de Valencia, las iglesias del centro de la ciudad y algunas grandes carpas en el parque del Turía estarán abiertas para todos los jóvenes.
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