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Una de las cosas que nunca olvidaré como periodista fue una entrevista en un hogar de niños huérfanos, en Brasilia. La responsable me explicó que había casos de niños “devueltos” después de adoptados, porque sencillamente las familias los abandonan. ¿Cómo es posible? ¡Un niño no puede ser tratado como una mercancía “con defecto” que la tienda acepta de vuelta!
Los motivos, según ella, eran del tipo: “descubrí que estaba embarazada, así que ya no lo quiero” o “no imaginé que me daría tanto trabajo”. Me quedé muy impresionada. ¿Imaginan lo que habrá en la cabecita de un niño de esos? Ella me dijo que estos niños vuelven al hogar destrozados. Se necesita un largo camino para que vuelvan a confiar en alguien otra vez. Claro que esta no es una situación común, pero sólo saber que pasa…
Christina Romo fue adoptada a los 2 años de edad, vive en Estados Unidos y trabaja en una organización de apoyo a la adopción. Con su autorización, traduje un texto con diez normas que ella entrega a los padres adoptivos o a quienes se interesan por el tema:
- Imposible ignorar que perder a los padres biológicos es traumático para un niño. Esta pérdida será siempre una parte de mí. Moldeará quien soy y tendrá efecto sobre mis relaciones – especialmente mi relación contigo.
- El amor no es lo suficiente para la adopción, pero ciertamente marca la diferencia. Dime todos los días que me quieres – especialmente en los días en que no soy particularmente adorable.
- Muéstrame – por medio de tus palabras y acciones – que estás dispuesto a resistir a cualquier tempestad conmigo. Para mí es difícil confiar en las personas a causa de las pérdidas que he experimentado en la vida. Muéstrame que puedo confiar en ti. Mantén tu palabra. Necesito saber que eres una persona segura en mi vida, y que estarás allí cuanto te necesite y cuando no te necesite.
- Yo siempre creo que me abandonarás, no importa cuantas veces me digas o me muestres lo contrario. La idea de que “las personas que me aman me dejarán” está arraigada y será siempre una parte de mi. Puedo querer apartarte de mi para protegerme del dolor de la pérdida. No te molestes con lo que yo diga, necesito que me muestres que nunca me abandonarás.
- Te necesito para que me ayudes a aprender sobre el color de mi piel o mi cultura de origen, porque es importante para mí. No me parezco a ti, pero necesito que me digas – con tus palabras y acciones – que no hay problema en ser diferente.
- Te necesito para ser mi abogado. Habrá personas en nuestra familia, en la escuela, en el vecindario, en la sala de espera del pediatra… que no entienden de adopción. Necesito que se lo expliques.
- En algún momento puedo preguntar o desear buscar a mi familia biológica. Puedes decirme que estas personas no importan, pero no tener ese tipo de conexión deja un vacío en mi vida. Tu siempre serás mi familia. Si pregunto o busco a mi familia biológica, eso no significa que te ame menos. Vivir sin conocer a mi familia biológica es como trabajar en un puzle en el que faltan piezas, y saber de ella puede ayudarme a sentirme más completo.
- Por favor, no esperes que te de las gracias por haber sido adoptada. Yo soporté una pérdida tremenda antes de volverme parte de tu familia. No quiero el discurso “tu me salvaste y debería estar agradecido” sobrevolando mi cabeza. La adopción tiene que ver con la formación de familias para siempre, y no con “caridad” hacia un niño.
- No tengas miedo a pedir ayuda. Puedo necesitar ayuda para lidiar con las pérdidas que experimenté y otras cuestiones relacionadas con la adopción. Tal vez tu también necesites y eso es completamente normal. Únete a grupos de apoyo para familias adoptivas, por ejemplo. Eso puede suponer que salgas de tu zona de confort, pero vale la pena.
- La adopción es diferente para todos. Por favor, no me compares con otros adoptados. No te fijes en la experiencia de los demás para encontrar la mejor manera de entenderme. Respétame como individuo. Nuestra jornada no termina nunca; no importa lo inestable que pueda ser el camino, e independientemente de adonde lleve, el hecho de que estamos juntos en el mismo camino marca toda la diferencia.
Artículo publicado en el blog Tudo sobre minha mãe, traducido por Aleteia al español