Nada más beatificarse a los mártires de Chimbote, ya se organiza la primera peregrinaciónCamino a Cochabamba perdieron sus vidas. Cuando lo habían dado todo. Sus restos mortales han encontrado descanso en el santuario “Señor de Mayo” ubicado en Pariacoto, región de Ancash en Perú.
Lugar donde Miguel y Zbigniew, dos jóvenes polacos franciscanos conventuales, decidieron poner en práctica su labor como misioneros, cuando recién habían sido ordenados como sacerdotes. Miembros de Sendero Luminoso, les arrebataron la existencia ante el dolor de los Pariacotinos, el 9 de agosto de 1991.
Diversas delegaciones entre peregrinos y autoridades gubernamentales de Perú y Polonia llegaron la mañana del domingo 6 de diciembre al pueblo de Pariacoto, para participar de la “Marcha por la paz” hacia Pueblo Viejo, lugar del martirio de los misioneros polacos, al término de la misa de acción de gracias, presidida por Salvador Piñeiro arzobispo de Ayacucho y presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
Otro grupo de peregrinos partió hacia Santa, lugar del martirio del misionero Alessandro Dordi, para participar de una exposición fotográfica y misa de acción de gracias, que se realizó en forma simultánea en la Provincia del Santa, capital de Chimbote.
¡No tenemos miedo!, vamos tras las huellas de los mártires
Su voz resonó en las montañas que rodean el pueblo de Pariacoto. ¡Tras las huellas de los mártires, sostuvo entusiasmado Salvador Piñeiro, presidente del episcopado peruano.
Con la fuerza del amor, los hijos de la iglesia, ¡nos sentimos hermanos! reflexionó durante su homilía, recordó cómo se inició en Ayacucho, esta tragedia de odio, un 18 de mayo de 1980.
“Con la sangre de nuestros mártires hemos vencido a la ideología de la muerte”, que sepan los terroristas, dijo: Yo no miento en el altar: “No tenemos miedo”. ¡Vamos a proclamar el evangelio de la vida, de la paz de la justicia!
Y se dirigió a quienes aún están pensando en maquinar odios y violencia. ¡Qué equivocados están!, sentenció.
“Hemos aprendido la lección más hermosa del evangelio, la fuerza del perdón. ¡Jesús, murió perdonando y nuestros mártires aprendieron esa lección! Nos toca ahora alejar de nuestro corazón tristezas, resentimientos”, señaló.
Al término de su reflexión, Salvador entregó al Ministro General de la Orden de los Hermanos Menores Conventuales Franciscanos Marco Tasca, un belén franciscano, en medio de un ambiente fraterno.
Fraternidad entre Polonia y Perú
Durante la misa de acción de gracias, tuvo lugar la entronización de las Sagradas Escrituras con danzas típicas de la región. En el momento del ofertorio se acercó al altar un cáliz y una patena procedentes de Polonia y un carnero en señal de paz.
La embajadora de Polonia, Isabela Matusz, resaltó los lazos de hermandad y fraternidad que ambas naciones empezarán a construir, porque junto a los misioneros polacos murieron dos alcaldes: el de Pariacoto, Justino León Maza y el de Cochabamba, Domingo Padilla Chacpi.
En otro momento la diplomática, quien estuvo acompañada por Konrad Kiedrzyński, cónsul de Polonia, dio lectura a una misiva del presidente de la República de ese país, Andrzej Duda, quien agradeció el cariño que han recibido por parte de los peruanos al culminar este proceso.
Posteriormente todos los asistentes enrumbaron hacia pueblo viejo, lugar del martirio en una multitudinaria “marcha por la paz”.