El futuro de Aleteia depende de la generosidad de sus lectores.
Para garantizar que Aleteia siga siendo y para difundir la esperanza,
haz una donación a Aleteia
La mejor forma de acabar el día es elevar a Dios una oración de agradecimiento por todos sus regalos. Como esta, que te ayuda a repasar junto a Él lo que has vivido en las últimas horas con un corazón agradecido:
¡Dios Padre, eterno y todopoderoso!
Quiero darte gracias por mi día, que ahora llega a su final.
Gracias, Padre, por todo lo que me diste y por todo lo que soy.
Gracias por el día de hoy, por todo lo bueno que me ha pasado,
por todos los desafíos que me permitiste enfrentar,
por todo lo que conseguí con tu gracia… (detallar).
Gracias por las personas con las que tuve contacto en este día.
Te ofrezco todo mi día, todo mi cansancio,
frustraciones, injusticias, decepciones y alegrías;
todo mi esfuerzo de llevar a mis hermanos,
de palabra y, principalmente, con el testimonio,
las enseñanzas vivas de Jesús.
¡Gracias, Padre, por la vida que me diste!
Gracias por todo: por la familia, por el trabajo,
por la salud, por el alimento, por tu protección
e incluso por las cosas en las que me he equivocado,
pues solo Tú sabes el por qué de cada una de mis experiencias … (detallar).
Que se haga siempre y por amor, Padre amado, tu voluntad.
¡Gracias por todo!
Amén.