“Un milagro de vida en la Parroquia del Divino Niño Jesús. Hoy al mediodía nuestro sacristán oyó llorar a un bebé en el pesebre vacío que estaba preparándose para la Navidad. Cuando fue a ver encontró a un bebé recién nacido, aún con el cordón umbilical. El bebé está bien y saludable, pesa 2,358 kg y mide 43 cm. Reza por él y por su madre, quien quiera que sea”.
Con este post en Facebook anunciaba el obispo auxiliar Octavio Cisneros de Brooklyn la noticia del encuentro de este recién nacido. Dentro de sus labores pastorales está la de atender esta parroquia de Richmond Hill, Queens, una parroquia y un condado que ha quedado conmocionado con la noticia. El descubrimiento además, ha asombrado por ser hallado en el pesebre, en la cuna vacía en la que en menos de un mes se colocará al niños Jesús.
La policía de Nueva York está intentando localizar a la madre, sin bien, las leyes de Estados Unidos protegen a los padres que de modo anónimo dejen a sus hijos no deseados en “lugares seguros” como hospitales, cuarteles de bomberos u hospitales. El bebé se encuentra bien de salud y ahora el objetivo es encontrarle unos padres que estén certificados y puedan adoptar al bebé.