La petición de los obispos de Centroamérica ante la difícil e incierta situación que viven en este momentoCon la aprobación de todos los obispos de Centroamérica y en su nombre, el Secretariado Episcopal de América Central, que encabeza el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa Mendieta, ha escrito un comunicado de urgencia a los cancilleres de las repúblicas de Centroamérica, Ecuador, Colombia, México y Cuba, ante la crisis humanitaria sufrida por unos tres mil migrantes de nacionalidad cubana quienes permanecen temporalmente en suelo costarricense en espera de poder continuar su travesía hacia Estados Unidos.
En el horizonte, la Ley de Ajuste
Tal y como informó Aleteia en el servicio del pasado 17 de noviembre (Nueva crisis humanitaria: Cubanos en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua), los isleños, provenientes de Ecuador (que no pide visa para llegar a su territorio) iban “saltando” de país en país hasta llegar a Estados Unidos para acogerse a los beneficios de la Ley de Ajuste Cubano de ese país.
Ahora, los obispos de Centroamérica, reunidos en Asamblea Plenaria Ordinaria, manifestaron en su comunicado que estos cubanos estacionados en Costa Rica “tienen el anhelo de alcanzar el acceso al territorio estadounidense, pero que se han quedado varadas involuntariamente en este país, debido a que no existe, en estos momentos, una ruta internacional que garantice el libre tránsito hacia ese destino”.
Hay que recordar que Nicaragua ha cerrado fronteras con Costa Rica para evitar el paso de los migrantes, lo que ha impedido, obviamente, que estos sigan su camino hasta México y de ahí a Estados Unidos.
Salieron legalmente de Cuba
Aunque los refugiados tienen un tiempo de estancia en Costa Rica –en condición de personas con libertad de tránsito durante el tiempo que lo permitan las visas temporales concedidas por ese país— las condiciones en las que se encuentran actualmente, “alojados en albergues temporales o durmiendo a la intemperie, viviendo con la incertidumbre de su futuro y agotándose sus recursos, afecta seriamente la calidad de vida de estos migrantes, especialmente de los más vulnerables, como son los niños y las niñas”.
Los prelados centroamericanos argumentan que estos migrantes cubanos “han salido legalmente de su país con la debida documentación personal y no representan un problema para la seguridad de ninguno de los países de la región”.
Por ello, piensan, “con buena voluntad y apego a los principios humanitarios y al respeto a los Derechos Humanos, es posible encontrar una solución eficaz a este problema”.
Tras las huellas de Francisco
Siguiendo la preocupación por los migrantes del Papa Francisco, los obispos de Centroamérica, reunidos en la ciudad de Heredia, en Costa Rica, instaron a los cancilleres de los países mencionados a propiciar el compromiso de sus gobiernos para encontrar una inmediata solución a la crisis humanitaria de los migrantes cubanos “mediante la creación de un corredor humanitario que permita el libre tránsito por sus países de las personas migrantes de nacionalidad cubana que pretenden llegar a Estados Unidos con el fin de acogerse a los beneficios migratorios de la Ley de Ajuste Cubano, así como de otras medidas que garanticen la seguridad de estas personas”.
De esa manera, dicen en su comunicado los prelados de la región, se evitará, en todos los países de la ruta migratoria, el estacionamiento indefinido y condición de albergados.
“Y a la vez se contribuirá de protegerlos de las mafias que trafican con ellos y que se aprovechan de su vulnerabilidad cuando transitan por nuestras tierras como migrantes en situación irregular”.