Después del fuego, el susurro de una brisa suave
El estribillo de Celinés transporta al alma a este versículo del libro de los Reyes, un dulce susurro y la percepción de una mirada hacia el infinito.
Así se abre el video, sencillo y sugerente, en que Celinés nos introduce en una misteriosa presencia.
Su invitación a la alabanza está acompañada por un original grupo, donde el piano y la guitarra eléctrica logran una comunión armoniosa: lo clásico y lo moderno se funden, dando vida a un diálogo de amor en el que el tiempo se detiene, los músicos están curiosamente vueltos en la misma dirección donde imaginamos que hay un público escuchando, pero donde descubrimos en cambio al protagonista presente en toda su GLORIA.
Celinés Diaz nació en la capital de la República Dominicana el 31 de diciembre de 1982, escribió su primera canción a los 10 años, y tras haber cosechado sus primeros éxitos, sucedió algo extraordinario que le revoluciona la vida, algo más arrollador que la fama, algo más embriagador que el éxito entra en su corazón, llevándola a transformar su trabajo en una misión. Así, tras haber dado testimonio al mundo de que Dios desea hacernos partícipes de un éxito más grande que el que nosotros podamos soñar, Celinés crea también la Fundación TOMMA, para la realización de proyectos sociales.
Esta artista da testimonio de una belleza hecha de música y de felicidad, una felicidad que no procede de las obras humanas y a la que todos estamos llamados. Celinés nos invita a realizar grandes proyectos, se trata simplemente de ponerse a la escucha del Espíritu, que como sostiene la cantautora, “nos habla continuamente.”
La canción “Gloria Aleluya” está tomado del álbum “Dios es Fiel”
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Costanza D’ardia
Hoy celebramos a...