El obispo de La Rioja lleva paz a una zona de conflicto por la instalación de una minera Por cuarta vez, los vecinos de Famatina, en La Rioja, Argentina, lograron que una empresa minera se retire de la zona por, según aseguran, poner en riesgo el ecosistema. La firma salteña Midais, que buscaría oro en la zona, abandonará el proyecto, al igual que anteriormente lo hicieron Barrick Gold, Osisko y Shandong Gold. En esta ocasión, y ante la violencia suscitada en la zona, fue decisiva la participación en los diálogos del Obispo de La Rioja, monseñor Marcelo Colombo.
Desde Aleteia dialogamos con monseñor Colombo, quien aclaró que si bien no asumió “formalmente una mediación”, a partir del pedido de dirigentes sociales y políticos de la asamblea de Angulos, donde tenía lugar el corte contra el emprendimiento minero, buscó establecer un canal de diálogo con el gobierno provincial.
“Llevé esta inquietud a las autoridades provinciales expresando mi propio parecer sobre la cuestión planteada, la necesidad de la licencia social para este tipo de actividades que tienen incidencia ambiental y la importancia de encaminar a la sociedad del departamento Famatina, donde se encuentra Angulos, hacia la reconciliación porque son casi diez años de discusiones y enfrentamientos muy dolorosos a partir de la minería y sus actividades”, explicó.
En el medio de las tratativas, recordó monseñor Colombo, “se produjo una violenta represión de un grupo de vecinos de Angulos que querían reclamar la apertura de la zona que había sido aislada en más de 3 km a la redonda por una decisión judicial. Varios pastores habían quedado con sus animalitos del otro lado del cerco. La represión alcanzó repercusión nacional porque entre el grupo que se acercó a pedir esa apertura estaba un diputado provincial”.
“De parte de las autoridades se manifestaron disponibles a discutir estos temas, visto que para el nuevo gobierno que asumirá la provincia el 10 de diciembre es imprescindible comenzar sin este tipo de traumas sociales”, señaló el prelado, y explicó: “Los últimos días visité a unos y a otros, a los vecinos y a las autoridades y fui ayudando según mis posibilidades a acercar posiciones”.
Explotación sin contaminación
Monseñor Colombo considera que “hay una minería típica de la zona, la de los pirquineros, que era una actividad históricamente practicada en la provincia y sin esta contaminación del agua por el empleo de arsénico y otros químicos. Otros especialistas están proponiendo ahora alguna minería de naturaleza ‘ecológica’ pero es muy costosa y sus rindes no satisfacen a estas empresas megamineras”.
Pero además de la posible contaminación, que desde el gobierno y la empresa aseguraban no existiría, uno de los conflictos suscitados en esta y en otras poblaciones ante la instalación de nuevas empresas de explotación minera es el consenso con las poblaciones locales. Ante esto, monseñor Colombo piensa que “los vecinos necesitan informarse de cualquier iniciativa que se tome en relación con ellos y su hábitat. No a partir de esas políticas de seducción que instalan la minería u otras actividades afines, casi subrepticiamente, comprando las voluntades de la gente a partir de la entrega de bienes que la población necesita o prometiendo ventajas que nunca alcanzarán por actividades de otra naturaleza”.
Contundente, completa el Obispo: “La información debe ser completa y verdadera, y ponerse a disposición de la libre discusión de todos los interesados. Pienso que es más importante formar a los vecinos en el desarrollo productivo de tareas que los incluyan”.
“Por ejemplo, Famatina y sus localidades son muy interesantes para el turismo, aquél tradicional y otras nuevas variantes como puede ser el turismo de aventura. La belleza de la región la hace un destino interesantísimo. Y no significaría el destrozo del paisaje ni del ambiente. Y en todos los casos, con el concurso de los pobladores en iniciativas locales que redunden en beneficios para la población”, graficó sobre posibles alternativas para el desarrollo de la zona.
La misión del Pastor
Más allá de la mediación entre grupos que asumió el Obispo local en este caso, el pueblo son personas, y en las empresas y los gobiernos hay personas. ¿Cómo es la labor de un pastor acercando posturas entre personas tan involucradas en posiciones tan antagónicas? La respuesta de monseñor Colombo:
“Es apasionante poder servir en nombre de Jesús el buen Pastor, ya que todos ellos, en este caso, constituyen el rebaño que la Iglesia me ha confiado. Los políticos trabajan en general con posturas muy pragmáticas, al filo de la realidad. Los vecinos y las asambleas configuran realidades muy dinámicas, a las que hay que escuchar con atención para no perder matices de sus búsquedas y necesidades. En todos los casos, los fundamentalismos no ayudan. Tratar de hacer ver la importancia de pensar, proponer, discutir, sin ofender, sin excluir ni marcar al que piensa distinto.”
“En mi caso, escuchar es básicamente la tarea para acercar mundos tan distintos. Y tratar de ayudarlos a sacar lo mejor de cada uno. No es fácil. Los tiempos y las urgencias no son parejas. Y la vida de la gente empuja. Acercar es tender algún puente que nos saque de los desencuentros permanentes y nos ayuden a escuchar, a pensar, a decidir juntos, pueblo y gobierno. Eso es la democracia”, considera.
El impacto de la Laudato Si
Los conflictos de este tipo llevan años, en la Argentina y en otros países del mundo. Pero la publicación de la Encíclica Laudato Si abre nuevos escenarios de encuentro. “Ciertamente la propuesta de Laudato Si ha tenido una gran repercusión en nuestra provincia. Queda sacarle más el jugo para que nos ayude a ver integralmente la cuestión ambiental. Nosotros tenemos una Cátedra de Doctrina Social de la Iglesia que hemos dedicado a Monseñor Angelelli y en su honor quiere ser un espacio para formar para la amistad social y el conocimiento de la Doctrina Social de la Iglesia. El año próximo lo dedicaremos a profundizar en esta encíclica del Papa”, explica monseñor Colombo, sucesor de Angelelli, prelado que mucho admiraba el Papa Francisco y se encuentra actualmente en vías de beatificación. Su ya emblemática propuesta de “un oído en el Pueblo y otro en el Evangelio” parece ser inspiración para los pastores que enfrentan situaciones problemáticas como las que le tocó enfrentar a monseñor Colombo en La Rioja.