El candidato republicano no detiene su estrategia de amenaza constante a México y a los inmigrantes mexicanos
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El candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, no para un segundo ni detiene su estrategia de amenaza constante a México y a los inmigrantes mexicanos.
Al presentar su libro Crippled America (Estados Unidos paralizado), una especie de manifiesto de lo que haría en su gobierno de llegar a la presidencia, señaló que para presionar a México con el fin de que pague el costo de levantar un muro en la frontera (un muro de 3 mil kilómetros, con un costo aproximado de 20 mil millones de dólares, según el periodista mexicano afincado en Miami, Jorge Ramos) confiscaría remesas a los migrantes, encarecería el costo de las visas temporales y pediría a la Embajada mexicana cooperar, o de lo contrario el país “correría el riesgo de tener conflictos en sus relaciones con Estados Unidos”.
Cabe resaltar que las remesas que envían los mexicanos que trabajan en Estados Unidos a sus familias en México son, hoy por hoy, y más con la caída internacional de los precios del petróleo (en México, Petróleos Mexicanos ha perdido la mitad de sus ventas en menos de ocho meses), una de las tres primeras fuentes de divisas en el país, cercana a los 20 mil millones de dólares anuales, por lo que si Trump las retiene un año, construiría su muro, pero mataría de hambre a miles, quizá millones de personas.
En su libro-manifiesto, Trump abogó por acabar con el derecho automático a la ciudadanía estadounidense por nacimiento, reconocido en la enmienda 14 de la Constitución, porque, dijo, “es un imán para la migración ilegal”. Aseguró que de ganar, cancelará el camino a la ciudadanía a los indocumentados que viven en Estados Unidos y aumentará el número de agentes fronterizos. Reiteró que “los países del sur no nos mandan a su mejor gente. Los malos vienen de esas naciones, no sólo de México, sino también de Centroamérica, América del Sur y de Oriente Medio”. Aseguró que aquellos que viajan a EU legalmente “agradecerían su política de deportaciones”.
Respuesta inmediata
En respuesta a las provocaciones del magnate estadunidense, 67 intelectuales, artistas, científicos y escritores de Estados Unidos, América Latina y España firmaron un manifiesto para rechazar el “discurso de odio” de Donald Trump. Denunciaron que en su campaña el empresario utiliza términos xenófobos para referirse a los migrantes mexicanos, un lenguaje que “recuerda campañas históricas contra otros grupos étnicos que terminaron con millones de muertes”.
Agregaron que “su discurso de odio apela a las más bajas pasiones, como la xenofobia, el machismo, la intolerancia política y el dogmatismo religioso”. Alertaron que “las agresiones físicas contra los hispanos y los llamados de Trump a prohibir el uso público del español han comenzado ya”. Entre los firmantes están Demián Bichir, Jorge Castañeda, Alejandro González Iñárritu, Enrique Krauze, Elena Poniatowska, Fernando Savater y Mario Vargas Llosa.
Pero no solo los intelectuales han reaccionado. También el electorado estadunidense. Una encuesta de NBC News y The Wall Street Journal, coloca a Trump ya por debajo del neurocirujano, Ben Carson, en la carrera hacia la Casa Blanca, por parte de los republicanos. Carson obtendría el 29% de los votos, seguido de Trump con el 23%. En el lado demócrata, Hillary Clinton, mantiene una ventaja de 2 a 1 sobre el senador, Bernie Sanders, 62% a 31%.