Al menos 83 personas han muerto en custodia de Inmigración y Control de Aduanas en EE.UU. en un período de cinco años
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El tema de la migración a Estados Unidos desde Centroamérica y México va a tomar, los próximos meses, una enorme atención internacional, sobre todo por el posible cruce fronterizo que haría el Papa Francisco, entre Ciudad Juárez (Chihuahua) y El Paso (Texas) o por alguno de los otros puntos conflictivos de los casi tres mil kilómetros de frontera común entre Estados Unidos y México.
Recientemente, se ha dado a conocer un informe del Centro Nacional de Justicia para Inmigrantes y la Red de Vigilancia de Detención, ambos organismos del gobierno de Estados Unidos, en el que se afirma que -al menos- 83 personas han muerto en custodia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en un período de cinco años; un periodo de recrudecimiento de las medidas migratorias por el terrorismo.
El informe señala que, con el fin de mantener la rentabilidad de los centros de procesamiento migratorios, la empresa que opera el de El Paso exige contar con un promedio de 500 internos, para poder “salir de gastos” y poderle proveer de servicio al ICE. El reporte, basado en datos del 2003 al 2008, incluyó una serie de recomendaciones para erradicar los abusos.
Después de los ataques terroristas del 9/11, el sistema de detención de inmigrantes en los Estados Unidos comenzó a expandirse de manera espectacular, con muy poco terreno andado en el camino de transparencia o rendición de cuentas en cuanto a cómo opera el sistema o lo que pasó con las personas que fueron detenidas, según el informe.
La urgencia de dar resultados, de cara a la población estadunidense, hizo que los centros de detención de migrantes operaran, como muchos de ellos hasta la fecha, como verdaderas cárceles o centros de confinamiento.
Casos de presunto abuso de personas en custodia de ICE continúan siendo reportados. En El Paso la semana pasada, 54 inmigrantes del sur de Asia decidieron rechazar todo alimento hasta que las autoridades les dijeran qué estaba pasando con sus peticiones de asilo a Estados Unidos.
Proveer de materia prima
De acuerdo con el reporte, las historias comenzaron a emerger de abusos contra los derechos humanos que sufren los detenidos a manos de cualquiera o las corporaciones a las que ICE subcontrata sus operaciones de detención.
Un reporte realizado por la Red de Vigilancia de Detención señaló que los centros de detención para indocumentados tienen establecida una cuota diaria mínima de detenidos para mantener rentable el negocio de tenerlos presos, previo a su deportación o enjuiciamiento.
En el centro de procesamiento ubicado en El Paso habría establecida una cuota de 500 inmigrantes durante el periodo de tiempo bajo escrutinio, de acuerdo con el reporte. En la información, se dice que el centro de procesamiento en El Paso dirigido por una empresa privada llamada Doyon-Akal JV, tenía un contrato celebrado con ICE que le solicitaba tener 500 personas al día.
El informe realizó una serie de recomendaciones y anotó varios puntos en los que se debería de trabajar para mejorar los tratos. Tanto el centro como la red encontraron que: “la cultura del ICE del secreto persiste”. En otras palabras, “ni la información ni los documentos que ayudar al público a comprender las inspecciones del ICE y procesos de supervisión están disponibles”.
Las reformas migratorias no llegan, los migrantes siguen padeciendo, y la disputa por ellos se está dirimiendo en las batallas electorales de republicanos y demócratas, que se echan los tejos unos a otros, mientras la muerte sigue rondando el “sueño americano”.