El Sínodo publicó este sábado 24 de octubre llamamiento urgente por la paz y la resolución de los conflictos en Medio Oriente, África y Ucrania, exhortando a la Comunidad internacional al uso de la diplomacia, del diálogo, del derecho internacional para terminar con los sufrimientos de miles de padres, madres e hijos, victimas de “atrocidades indecibles”.
Así han lanzado el santo desafió de una paz duradera para la familia humana: “Que judíos, cristianos y musulmanes redescubran uno de los deseos divinos, el de la unidad y la armonía de la familia humana. Que judíos, cristianos y musulmanes descubran en el otro creyente a un hermano que se ha de respetar y amar, en primer lugar para dar en sus tierras el hermoso testimonio de la serenidad y la convivencia entre los hijos de Abraham”.
“A causa de los sangrientos conflictos en curso”, los obispos unidos al Papa ha recordado a las familias obligadas a huir de sus tierras, al mismo tiempo que agradecieron a los países que acogen a los refugiados.
La Asamblea denuncia las “condiciones de vida” que “han empeorado en los últimos meses y semanas” en las regiones antes mencionadas.
El Sínodo cita al Papa para invitar a la acción pacificadora de la Comunidad Internacional a favor de los que sufren: “Todas las personas y comunidades que se reconocen en Abraham: Respetémonos y amémonos los unos a los otros como hermanos y hermanas -dijo-. Aprendamos a comprender el dolor del otro. Que nadie instrumentalice el nombre de Dios para la violencia. Trabajemos juntos por la justicia y por la paz”.
Persecución religiosa y comercio de armas….
Asimismo, pide detener el aumento en “el uso de armas de destrucción masiva, los asesinatos indiscriminados, las decapitaciones, los secuestros de seres humanos, la trata de mujeres, el enrolamiento de niños soldados, la persecución por motivos de religión y de origen étnico, la devastación de los lugares de culto, la destrucción del patrimonio cultural y un sinnúmero de otras atrocidades”.
Refugiados
Sínodo escribió que los refugiados que viven en condiciones muy precarias, “actualmente se les impide regresar y ejercer su derecho a vivir con dignidad y seguridad en su propio territorio, contribuyendo a la reconstrucción y el bienestar material y espiritual de sus respectivos países”.
En este contexto, los obispos evocan la violación continua “de la dignidad humana” y de “los derechos más elementales, como el derecho a la vida y a la libertad religiosa y el derecho humanitario internacional”. Un atentado a la convivencia entre los pueblos y las naciones.
Cercanía y oración para las familias
La Asamblea, conformada por patriarcas, obispos, sacerdotes, manifestó su cercanía y oración “a los consagrados y fieles, así como a todos los habitantes de Oriente Medio”.
En especial citaron el caso de “todas las personas secuestradas” y piden su liberación. “Nuestras voces se unen al grito de tantos inocentes: ¡No más violencia, no más terrorismo, no más destrucción, no más persecución! ¡Cesen inmediatamente las hostilidades y el tráfico de armas!”.
La paz en Oriente Medio y agradecimiento a quienes reciben refugiados
Una paz que aseguran “no se busca con opciones impuestas por la fuerza, sino con decisiones políticas que respeten las particularidades culturales y religiosas de cada nación y de las diversas realidades que las componen”.
Igualmente, manifiestan agradecimiento, de una manera particular, “a Jordania, Líbano, Turquía y a los numerosos países europeos que dan acogida a los refugiados”.
A continuación, han pedido la paz y detener la violencia “en Siria, en Irak, en Jerusalén y en toda Tierra Santa” y que “sacude cada día a más familias y a civiles inocentes y agrava la crisis humanitaria”. La “reconciliación es el fruto de la fraternidad, la justicia, el respeto y el perdón”, agregaron.
Las familias en África y Ucrania
“Nuestros pensamientos y oraciones se extienden, con la misma preocupación, solicitud y amor, a todas las familias afectadas por situaciones parecidas en otras partes del mundo, especialmente en África y en Ucrania. Las hemos tenido muy presentes durante los trabajos de esta Asamblea sinodal, al igual que a las familias de Oriente Medio, y también para ellas pedimos con fuerza el regreso a una vida digna y tranquila”.
Al final, los 270 obispos del mundo encomiendan a la Sagrada Familia de Jesús, María y José, experta en sufrimiento, sus mejores intenciones, “para que el mundo se vuelva pronto una familia de hermanos y hermanas”.
Hoy celebramos a...