Inmigración y fronteras, desaparecidos de Ayotzinapa y reconciliación nacional, virgen de Guadalupe, son algunas de las propuestas El cardenal y arzobispo de Morelia (México), monseñor Alberto Suárez Inda, ha sido uno de los artífices del anuncio que se ha dado en días pasados sobre la visita del Papa Francisco a México en los primeros tres meses de 2016.
Presente en Roma, para el Sínodo Ordinario de la Familia, el cardenal mexicano aseguró, que el Papa podría hacer un fuerte pronunciamiento sobre los cárteles de la droga en su estancia en México, en la que se da casi por sentado que estará en Michoacán, Estado cuya capital es Morelia y que ha sufrido un enorme embate del narcotráfico y el crimen organizado en la última década.
En una conferencia de prensa, monseñor Suárez Inda tampoco descartó –quizá sea el motivo principal del viaje—que el Papa se pronuncie en torno a la migración, desde una perspectiva multilateral, que involucre a los países emisores, a los de tránsito y a los receptores de migrantes en Centro y Norteamérica.
El propio Pontífice reveló en su vuelo de regreso de Estados Unidos a Italia que en septiembre pasado pensó entrar a Estados Unidos desde México, por la frontera que hacen Ciudad Juárez (Chihuahua) y El Paso (Texas), pero el viaje a Cuba desdibujó esta posibilidad, además de que no haber ido a la Basílica de Guadalupe (en el Distrito Federal), “hubiera sido una bofetada” para los mexicanos.
Otras aristas del viaje papal
“La visita del Papa nos da una inmensa alegría, falta que el Santo Padre nos señale las fechas y los lugares que va a visitar, pero sin duda que los temas que le interesan son los asuntos de actualidad que vive nuestra gente”, señaló el cardenal Suárez Inda, nombrado por el Papa Francisco cuando ya preparaba su retiro por razones de edad, y que ahora se ha convertido en una pieza clave para exponerle al Pontífice lo que está sucediendo en el Occidente mexicano, concretamente en Michoacán.
Monseñor Suárez Inda agregó que “el Papa tocará el tema de la reconciliación y de la paz. El tema de las víctimas, seguramente podrá visitar alguna cárcel y estará con los jóvenes pensando en cómo se requiere hoy mirar al futuro con gran esperanza”. Hay quien especula que, además de hablar en la sede del Senado de la República, el Papa Francisco podría ir al corazón del dolor, a Guerrero, y tocar a las familias de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa “desaparecidos” desde el 26 de septiembre de 2014.
Además de que la visita papal a México (la séptima que realiza un Papa a la nación) será “un consuelo y un bálsamo”, también podría ser “un acicate”, un impulso a los católicos mexicanos para que se comprometan en la transformación del país con el segundo mayor número de católicos del mundo.
“En nuestro país el 88 por ciento de los habitantes se proclaman católicos, pero como decía Juan Pablo II, el 100 por ciento son guadalupanos, entonces el Papa estará en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, esto es lo que tenemos ya como un dato seguro dentro del programa”, precisó el cardenal Suárez Inda.