Día Mundial del Rechazo a la Miseria es acompañado por un gesto del Papa para ayudar y levantar a los pobres y abandonados
En la noche este jueves 15 de octubre, después de una jornada intensa en el sínodo, el Papa Francisco decidió ir a saludar a sus huéspedes de honor en el Vaticano, y no hablamos de los padres sinodales acogidos en la residencia de Santa Marta. ¡No!
El Papa visitó a treinta indigentes que reciben hospitalidad en una nueva casa-dormitorio inaugurada en una calle ubicada en una zona adyacente al Vaticano, en vía dei Penitenzieri. El edificio ha sido cedido por los jesuitas y se ha convertido en un lugar para amparar del frío y de los peligros de la noche.
La visita duró media hora. Pero causó gran entusiasmo y emoción entre un grupo de personas sin techo. El Papa les saludó dedicando atención especial a cada huésped, informó la oficina de prensa de la Santa Sede.
Estuvieron presentes en la visita del Papa, Konrad Krajeweski (don Corrado), limosnero pontificio, y Adolfo Nicolás, prepósito general de los jesuitas, además de tres religiosas y algunos voluntarios.
“Santidad, antes ellos dormían bajo mil estrellas, ahora duermen bajo dos estrellas. Un lugar para respirar y estar mejor por un mes”, dijo don Corrado al Papa Francisco al presentar con humor la casa dormitorio para personas sin hogar y celebrar entre risas la dignidad de quien pensaba que la había perdido.
El Papa insistió en sacar un momento de su apretada agenda de estos días, al ser el anfitrión de 270 obispos y cardenales de todo el mundo, para visitar la casa-dormitorio llamada “Dono de la Misericordia” en consonancia con el mensaje del año jubilar y la invitación a practicar las siete obras de misericordia corporales.
El Pontífice en más de una ocasión ha pedido a las comunidades religiosas y las diócesis a donar las casas o edificios que no usan para ayudar a los pobres. Así, la comunidad de los jesuitas ha querido responder a esta llamada del Papa.
La obra vigilada y llevada a cabo por la Limosnería Apostólica ha sido financiada con las limosnas y la venta de bendiciones.
El dormitorio puede acoger en las noches a 34 hombres y es administrado por las religiosas de Madre Teresa de Calcuta. Esta obra para las personas sin hogar, se suma a las duchas (bajo la columnata de Bernini), el servicio de peluquería y barbería y de comedor administrados por la Limosnería Apostólica, que tiene la tarea de practicar la caridad a favor de los pobres en nombre del Sumo Pontífice, y otros servicios para los pobres en el Vaticano.
Jornada Mundial de Rechazo a la Miseria
El gesto del Papa acompaña también la celebración del Día Mundial del Rechazo a la Miseria de este sábado 17 de octubre. Al finalizar la audiencia general de este miércoles, el Papa recordó que esta jornada “tiene como objetivo aumentar los esfuerzos para eliminar la extrema pobreza y la discriminación, y asegurar que todos puedan ejercer plenamente sus derechos fundamentales.
“Estamos invitados a hacer nuestra esta intención -afirmó-, para que el amor de Cristo llegue y levante a los hermanos y hermanas más pobres y abandonados”.