Fue un encuentro cordial e informal, dijo el portavoz vaticano durante una rueda de prensa posterior
Francisco cara a cara con Fidel. Después de haber celebrado la misa en la Plaza de la Revolución, el Papa se reunió con el «líder máximo» en su casa-clínica; desde hace 7 años, por motivos de salud, Fidel Castro dejó el poder a su hermano Raúl.
Dio noticia del encuentro de este domingo el padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, quien explicó que la visita duró poco más de media hora (el mismo tiempo que pasaron juntos Fidel y Benedicto XVI).
«Francisco llegó con un pequeño séquito a la residencia de Fidel», que lo estaba esperando con su familia: su esposa Dalia y sus nietos, explicó el portavoz. El clima fue «familiar, informal», caracterizado por la «cordialidad». Fidel lo esperaba con una camisa blanca sobre la cual llevaba una chaqueta de chándal de la marca Adidas.
En 2012, al final del encuentro con el papa Ratzinger, Castro le pidió al Pontífice que le aconsejara algunos libros para leer. Francisco se acordó de este detalle y le llevó dos volúmenes de don Alessandro Pronzato, sacerdote experto en catequesis: el primero está dedicado al buen humor y a la alegría como elementos importantes de la vida espiritual; el segundo se llama «Evangelios incómodos».
Además, el Papa le regaló otro libro y dos discos compactos con las homilías del padre Armando Llorente, el padre jesuita que Castro tuvo como maestro en el colegio de Belén. Francisco también le regaló los textos de la exhortación apostólica Evangelii gaudium y de la reciente encíclica Laudato si.
Los temas de la conversación, explicó Lombardi, «fueron la salvaguarda del medio ambiente y los grandes problemas del mundo contemporáneo». Castro le ofreció al Pontífice el libro Fidel y la Religión, con esta dedicatoria personal: «Para Papa Francisco, en ocasión de su fraterna visita a Cuba».