Al despuntar el sol del 14 de septiembre en Río Chico, estado Miranda (Venezuela), ya Doña Felipa Galarraga de Sánchez estaba de pie. La primera intención fue acudir a la parroquia “Nuestra Señora de las Mercedes” para darle a gracias a Dios. No era para menos, ese día cumplió 102 años de vida y el pueblo la acompañaría en esta celebración.
“Me siento grande, porque esta viejita no se imaginaba este afecto tan grande de hoy. Pido a Dios que les dé salud a todos”, comentó con su dulce sonrisa.
Felipa Galarraga nació en 1913, cubierta con el manto de “Nuestra Señora de las Mercedes”, en la población de Caño de Urape, estado Miranda. Nunca se sentó en un pupitre pero tuvo la mejor escuela: “la vida misma”, según comentó.
“Tengo esta edad y bastante que trabajé de día y de noche (…) Hice de todo y aquí estoy. Dios nunca me faltó”, dijo. Contó con el amor de su esposo del que tiene 7 hijos. “Esto es obra de Dios y de como dicen: pórtate bien, haz el bien y no mires a quien”.
Poco después de las 10 de la mañana, salió de su casa en un trencito acompañada de una parranda y varios personajes de “La Burriquita” que iban llenando de música las calles. Paró en la iglesia “a escuchar la santa misa, y a recibir como siempre”, al Cuerpo de Jesús Sacramentado.
En la iglesia estaba Fray Beltrán Alcides Sánchez Mora (OC), dispuesto para ofrecerle al Padre Celestial estos gestos de agradecimiento de Felipa Galarraga. “No muchas personas tienen la dicha de llegar a 102 años de edad, y ella es una de las feligresas más queridas de la zona”, comentaba. Luego se fue caminando y bailando junto a sus familiares, amigos y vecinos hasta su hogar para continuar con el festejo centenario.
“Se trata de la abuela más querida de la entidad mirandina y la más longeva y fundadora del programa de atención a los adultos de la tercera edad de la entidad regional”, dijo el presidente de Abuelos Miranda, Luis Francisco Cabezas.
Además de algunos regalos, le hizo llegar a Doña Felipa las felicitaciones del gobernador Henrique Capriles, para quien es una abuela muy querida.
“Le deseamos mucha salud y que siga siendo ejemplo de vida, de honestidad y de cómo sacar adelante una familia a fuerza de trabajo. Este es un mensaje fundamental es estos momentos que vivimos para reivindicar el trabajo honesto para progresar”, apuntó.
Felipa tiene más de 50 nietos, bisnietos y tataranietos y se ha ganado el cariño de muchos adultos mayores de otras casas de abuelos, como las de San Fernando y La Troja, que se acercaron también para darle gracias a Dios por ella y disfrutar la ocasión.
Hoy celebramos a...