Es el episodio más doloroso de la historia reciente en la Iglesia chilena. Dolor que no cicatriza y al que se suman filtraciones de correos que involucran a las dos figuras más importante del episcopado chileno. Tajantes posturas en la opinión pública parecen impermeables a una objetiva comprensión objetiva de los hechos, mientras se estrena una miniserie de televisión que adiciona material a la popular película “El Bosque de Karadima”.
Ecos de los abusos perpetrados por el sacerdote Fernando Karadima ganaron páginas de periódicos y portales electrónicos con la filtración de correos electrónicos que, según denuncian algunos, involucrarían a los cardenales Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati en encubrimientos o defensas del condenado sacerdote.
Los correos electrónicos filtrados y publicados por distintos medios son verdaderos, confirmó el Arzobispado de Santiago. Por los actores participantes, la cuenta “hackeada” es la del cardenal Errázuriz, Emérito de Santiago, Arzobispo que tras desestimar durante un tiempo las acusaciones que llegaban sobre el sacerdote, que llegó a ser un importante referente para su comunidad de El Bosque y para numerosos sacerdotes miembros de la Pía Unión Sacerdotal, inició la investigación canónica que llevó a su sanción.
Los primeros correos filtrados, a principio de semana, daban cuenta de un correo en el que el cardenal Errázuriz buscaba persuadir a Karadima de que renuncie a su cargo. La fecha del correo es de 2006, como recuerda el Arzobispado de Santiago, cuatro años antes de que se dé la condena canónica sobre el sacerdote. “Tal como consta en el proceso, en ese momento, el cardenal Errázuriz aún no contaba con los antecedentes que le permitieran confirmar la veracidad de las denuncias, por lo que la salida del cargo de párroco estuvo motivada por sus 75 años. No hay encubrimiento alguno”, explica el Arzobispado en un comunicado. En él, la arquidiócesis reafirma “su compromiso esencial con las víctimas y la verdad”. Ese primer comunicado puede leerse aquí: http://www.iglesiadesantiago.cl/noticias.php?id=28815.
Una segunda tanda de filtraciones involucra directamente un diálogo por correo electrónico entre los cardenales Errázuriz y Ezzati, actual Arzobispo de Santiago, fechados entre 2013 y 2014. En un plano, el diálogo los muestra fraternales entre ellos y con el Santo Padre, pero confundidos por la participación en un foro a tener lugar en Roma de Juan Carlos Cruz, víctima de Karadima, y una supuesta intención de que él integre la Comisión del Vaticano para la lucha contra los abusos que se estaba a punto de crear. Los contenidos de los correos, privados, muestran un diálogo sobre nombramientos de carácter eclesial, y no dan a entender en ningún caso ningún tipo de respaldo a Karadima. Sí muestran desconfianzas sobre Cruz.
En una acusación difundida por distintos medios, Cruz trata de mafiosos y de calaña a los cardenales, y asegura que lo tratan de serpiente. En los correos, la referencia de la serpiente no se refiere a Cruz, sino al demonio. De hecho, en la misma misiva, Errázuriz se refiere respetuosamente a Cruz como “Sr. Carlos Cruz”. “Yo podría preparar una relación breve sobre las etapas de la denuncia del Sr. Carlos Cruz, la cual fue bien y prontamente atendida desde que la presentó formalmente. (En párrafo aparte) ¡Arriba los corazones! Lo leíamos ayer domingo: la Serpiente no prevalece”, escribe el Cardenal en el correo privado, que por lo necesario de la aclaración, citamos en ese párrafo. Leer aquí el comunicado del Arzobispado de Santiago sobre esta segunda filtración:
http://www.iglesiadesantiago.cl/noticias.php?id=28829
El dolor de las víctimas de Karadima prevalece, así como el de muchos que sin serlo se sintieron traicionados. Sin embargo, no hay evidencia en los correos difundidos de que las personas que ahora se acusan, los cardenales Errázuriz y Ezzati, sean encubridores de Karadima, quien vive actualmente recluido en un convento, privado del ejercicio público del sacerdocio.
Hoy celebramos a...