Aleteia logoAleteia logoAleteia
jueves 28 marzo |
San Cástor de Tarso - Jueves Santo
Aleteia logo
Estilo de vida
separateurCreated with Sketch.

Hoy presentamos a…. el soberbio

web-shutterstock_275955749- Vitabello1

Shutterstock / Vitabello1

Orfa Astorga - publicado el 08/09/15

¿A que te reconoces en alguna de sus actitudes?

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

Lo que digo y lo que hago por lo general demuestran mi superioridad ante los demás, por lo que procuro usar palabras que pongan en evidencia mi cultura.

Un principio muy importante en mi relación con los demás es: “piensa mal y acertaras”.

En ocasiones, ante a quienes consta alguno de mis éxitos, me gusta quitarme méritos, lo hago exagerando un poco, con la intención de que me contradigan convencidos de mi modestia.

Me gusta imponer mis ideas de un modo u otro, por eso discuto aun no estando seguro de tener razón, sin importar de lo que se trate. Además, cuando sé que si tengo razón, no me importa ser grosero al insistir o imponerme, para mí no existe la impertinencia.

Siempre doy mi opinión, sin esperar que me la pidan, sobre todo cuando “sin mala intención” dejo mal parado a otro.

Si sé que mi opinión es útil, me callo para que se equivoquen, y así poder ufanarme diciendo después: “yo en su lugar, lo que hubiera hecho…”.

Pienso que mis dones y cualidades, que son muchos, me los he merecido, y que sin lugar a dudas merezco también que se me reconozca y estime. Por eso siempre espero que me saluden primero, excepto, claro está, si se trata de alguien importante.

Me gusta ponerme de ejemplo en todo, es lo más lógico. Además, el punto de vista de los demás no me interesa realmente, porque es raro que me equivoque, pero aun en ese caso, soy muy bueno para encontrar una excusa.

Hablo con estudiada naturalidad, presumiendo mi capacidad y prestigio profesional.

Nada me complace más que escuchar que me alaben, o cuando me entero de que han hablado bien de mí, pues me gusta distinguirme, ser singular.

Me alegra escuchar comentarios sobre errores y defectos de los que tienen éxito y prestigio.

Me molesta darme cuenta que otros son más estimados que yo, por eso procuro ocultar mis defectos y errores cuidando una buena imagen. Al fin y al cabo, las apariencias son lo que importa.

Me niego rotundamente a acomedirme haciendo una labor humilde, como abrir una puerta o cargar un bulto, por necesario que esto sea para otro. Me gusta que me sirvan, y si estoy pagando por ello, no veo porque dar las gracias.

Dar, es una palabra que no me gusta, a mí nadie me ha dado nada.

Enseñar o aconsejar gratuitamente por que alguien no pueda pagar, es absurdo, mi trabajo me costaron mis conocimientos y mi experiencia.

En ocasiones, los disgustos me llenan de ira y no mido mis actos ni mis palabras. Pero es normal.

Por todo la afirmado anteriormente… ¿Soberbio yo? para nada. Tan es así, que admito con humildad que me avergüenza no tener una casa, ropa o un coche más caro, entre otras cosas.

LAS CONSECUENCIAS DE LA SOBERBIA

Al no pensar bien de los demás, es difícil tener auténticas relaciones personales, duraderas y gratificantes, pues no se encuentran personas en quienes confiar plenamente y en el fondo se vive solo, aunque rodeado de gente interesada, temerosa o servil.

Al no aceptar las diferencias que se encuentran en la gente, no es difícil atropellarlas sin sentirse responsable, dejando una estela de resentimientos.

Lo más grave: se pierde la noción del pecadorespecto al mandamiento: “amaras a tu prójimo como a ti mismo”.

Por Orfa Astorga de Lira.

Orientadora Familiar.

Máster en matrimonio y familia.

Universidad de Navarra.

Tags:
virtud
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.