Mientras Hillary habla de reforma migratoria integral, Trump promete deportar a todos los indocumentados
Dos precandidatos avanzan de cara a las elecciones presidenciales de 2016 en Estados Unidos: Hillary Clinton, precandidata demócrata, y Donald Trump, precandidato republicano. Ambos conocen la importancia de la cuestión migratoria.
En entrevista con la cadena hispana Univisión, Hillary Clinton expresó que "una reforma migratoria integral es la única respuesta" para abordar el problema de los cerca de 11 millones de indocumentados que en estos momentos residen en Estados Unidos y que están esperando una respuesta desde hace mucho tiempo. Ellos y sus familias.
La candidata demócrata subrayó en esta entrevista con Univisión: "Yo creo que es un tema de votación. Creo que cuando las personas vayan a votar para presidente, congresistas o senadores deben ver si estas personas van a apoyar esta reforma integral. Los líderes republicanos no la apoyan".
En plena campaña política, Hillary Clinton se desmarcó de la propuesta de Donald Trump de endurecer aún más las condiciones para permitir el flujo migratorio hacia la Unión Americana: "Creo que el país se merece tener otra opción".
La ex secretaria de Estado recordó que fue una de las primeras que criticó los comentarios de Trump, los cuales, matizó, “no tienen cabida” en una campaña presidencial.
Los excesos de Mister Trump
Por su parte, el controvertido magnate Donald Trump, quien va adelante en las encuestas de los republicanos hacia la candidatura para suceder a Barack Obama al frente de la Casa Blanca, sostuvo una entrevista con la cadena televisiva NBC, en su programa estelar Meet the Press, que –de llegar a la Casa Blanca- deportará a todos los inmigrantes indocumentados; además de revertir la reforma migratoria del presidente Barack Obama; "se tienen que ir", sentenció.
En un rapto de misericordia muy propio del magnate Trump, dijo que para no dividir a las familias va a deportarlos a "todos juntos". Además, subiría los costos para algunas visas mexicanas y para todas las tarjetas de cruce fronterizo como parte de un plan mayor para obligar a México a pagar por un muro en la frontera de ambos países.
Trump publicó ya su plan de “reforma migratoria” que incluye –entre otras medidas de inusitada dureza– eliminar la nacionalidad a hijos de indocumentados nacidos en Estados Unidos; construir una pared fronteriza pagada por el gobierno de México, triplicar el número de agentes del servicio de migración; deportar a todos los indocumentados con sus familias y reducir los programas de refugiados.