El Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina, monseñor Víctor Fernández, escribió al presidente de la Corte argentina, que había celebrado la Encíclica de Francisco
Cuando el presidente de la Corte Suprema de la Argentina Ricardo Lorenzetti escribió en pocos tuits y en algunos artículos un elogio a la Encíclica Laudato Si del Papa Francisco, no imaginó que daría pie a un real “tirón de orejas” de parte un Obispo.
“Celebramos la encíclica del Papa Francisco sobre el cuidado del ambiente como una casa común; nadie puede ser indiferente”, escribió en un tuit. “Un gran paso”, consideró en una columna publicada en el portal Infobae, en el que hace tres profundizaciones sobre diferentes cuestiones de la encíclica, que invita a todos a leer.
“El Papa no se dedica a un tema específico, sino que recorre los diversos factores que interactúan para producir el desequilibrio, y la solución que ofrece también es sistémica. Es un cambio en el modelo de desarrollo, en el consumo, en la educación, en las instituciones”, escribió entusiasmado el Dr. Lorenzetti.
Pese a estos elogios, en la trayectoria del presidente del tribunal de justicia más importante de la Argentina hay algunos fallos que se contraponen abiertamente con la enseñanza de la Iglesia y el Papa. Y un obispo argentino se lo hizo saber.
El Rector de la Pontificia Universidad Católica Argentina, monseñor Víctor Fernández, escribió una carta a Lorenzetti agradeciéndole tantos elogios a una encíclica que asegura que “en el vigente modelo exitista y privatista no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida”.
Pero monseñor Fernández advirtió a Lorenzetti que en la Encíclica el Papa también asegura que “dado que todo está relacionado, tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto. No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades”.
Monseñor Fernández explicó a Lorenzetti que la propuesta del Papa es un modelo de “coherencia progresista”, y citando la Evangelii Gaudium, le escribe: “Esta defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. Supone la convicción de que un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades”.
La Corte y el aborto
La consideración del derecho a la vida como “primer derecho” es una constante en la jurisprudencia de la Corte, reconoció Fernández, pero advirtió a Lorenzetti que sin embargo, en la sentencia “F., A.L” (13 de marzo de 2012) “la mayoría de la Corte afirmó que el derecho a la vida de la persona por nacer no podía recibir una protección ‘absoluta’”.
Y debido a la publicación de un protocolo del Ministerio de Salud, que prácticamente proclama el aborto como un derecho y que se sustenta en ese fallo y en su pedido de que se formulen precisiones sobre “cómo tratarse” los casos, el Rector de la UCA fue severo y pidió se respeten las funciones del Poder Legislativo.
“Mi pregunta es si la regulación a futuro en Argentina no es competencia específica del poder legislativo y no del judicial, por lo que una injerencia en tal aspecto significaría la extralimitación de un poder sobre otro, contraria al principio de división de poderes que la Corte Suprema procura garantizar”, cuestiona Fernández.
“De este modo se acabó “legislando” desde el poder judicial una ampliación de las causales de despenalización previstas originalmente en la ley, con el propósito de extenderlas a todos los casos a través, entre otras cosas, de la sanción de protocolos de actuación”, cuestiona duramente, y continúa: “La remisión a protocolos, como el recientemente publicado por el Ministerio de Salud de la Nación para el caso de abortos no punibles, ha ido incluso más allá de lo establecido en el fallo “F., A.L.” y ha pretendido transformar una despenalización de un delito en un supuesto derecho a la interrupción del embarazo”.
Además, el Obispo, que suele colaborar directamente con Francisco en muchos temas, y que incluso es citado en la Evangelii Gaudium, recuerda un caso de un juez mendocino que en julio de este año avaló una práctica de “maternidad subrogada”, pese a que esta figura es excluida del nuevo Código Civil. “´¿Qué sentido tienen los debates legislativos -donde a veces se discuten y votan detalles ínfimos de la letra de una ley- si después los fallos avanzan más allá de lo legislado? ¿No se trata también de un indebido avance de un poder del Estado sobre el otro?”, se pregunta.
Un tirón de orejas para el presidente de la Corte de parte de un prelado que tiene un diálogo fluido y periódico con Francisco, además de una probada sintonía de pensamiento, situación que el Dr. Lorenzetti sabe, y sobre todo, un llamado a la coherencia y a la lectura real de los mensajes del Papa.