Falta un poco más de dos meses para que los colombianos de todas las regiones definan según los planes políticos a sus candidatos para las elecciones en Colombia. Esta vez se elegirán a los Gobernadores, Diputados, Alcaldes, Concejales y Ediles por un período de cuatro años.
Por el bien común
Todas las ciudades de Colombia vienen empapeladas con fotos de candidatos y propuestas de gobierno. Aparentemente son muchas las opciones; sin embargo, varios ciudadanos experimentan la incertidumbre del futuro de su Región. En su mayoría, los candidatos no convencen.
Para varios, sobre todo en las ciudades grandes, la experiencia no es la de tener libertad para votar por su candidatos idóneos sino por aquellos que le hagan contrapeso a los que aparentemente están con más posibilidad pero su elección no le haría bien al pueblo.
Es importante revisar en la conciencia ciudadana los intereses que se buscan y recordar que quien ha de gobernar tiene que tener un perfil muy humano que por sobre todas las cosas tenga como prioridad el bien común de la sociedad en donde el ser humano es el que merece una vida digna y respetada.
Con este punto de partida, se han de plantear las políticas que aseguren condiciones básicas para todos y que brinden la posibilidad de una mayor calidad de vida fundada en los valores propiamente humanos. Para esto es importante discernir la validez ética y la verdad moral de las propuestas gubernamentales de los candidatos. Esta es responsabilidad de todos los colombianos.
La política desde la fe
El cristiano ha de cuidarse de vivir un cristianismo apolítico que consiste en vivir su fe sin relación con el tema social, y de vivir un cristianismo político pero confundido y limitado al considerar sólo el sistema de gobierno. Se trata más bien de velar por hacer prevalecer aquellos deberes y derechos que procuren cuidar la dignidad de toda persona humana que es dada por Dios.
Muchas veces los cristianos se esmeran en vivir su fe en el campo de lo privado y no dejan que ésta se irradie a todas las facetas de su vida. La política es uno de los ámbitos que más necesita ser permeado por la fe. No se puede separar la vida de fe de la participación activa en la sociedad donde se necesita ser fermento.
La misión de todo cristiano es contribuir en la construcción de la “civilización del amor” y para esto no se puede servir a dos señores. Es por eso que la condición política de quien se dice cristiano no puede ser idolátrica ni ideológica sino cimentada en la acción de Jesús.
Sacerdotes y política
La Delegación Arzobispal para las Comunicaciones de la Arquidiócesis de Medellín envió un comunicado de prensa a la opinión pública con el fin de aclarar la manera en como los presbíteros pueden intervenir en política.
El Padre Germán Bustamante explica para Aleteia que la “Iglesia Católica desde la doctrina social acompaña a los políticos y a electores según corresponda”. Y precisa la prohibición que tienen los sacerdotes de realizar intervenciones por algún candidato específicamente. Al respecto el Comunicado de Prensa señala que “los sacerdotes que realicen proselitismo por algún candidato político lo hacen a título personal y están en contra de las directrices expresadas por el Arzobispo de Medellín”.
Finalmente, el Padre Germán expresa que hasta el momento no se ha presentado ningún caso de indebida participación por parte de algún sacerdote de la Arquidiócesis. “Los sacerdotes somos conscientes de la distancia y la precaución que debemos tener frente a este tema”, concluye.
En todo caso, el Comunicado es claro en sus medidas, “las consecuencias que se deriven de la indebida participación de algún sacerdote en política serán asumidas por dicho sacerdote y la Arquidiócesis de Medellín no se responsabiliza de ellas”.
Hoy celebramos a...