Este juego tiene unos orígenes muy antiguos, con él, un peregrino cualquiera va recorriendo el Camino de Santiago. Quiere entender el proceso que de forma inconsciente se fue produciendo en él y que dio lugar a su propia transformación.
El peregrino confiesa que no tuvo ningún motivo especial para iniciarlo, se dejó llevar nada mas. Nos cuenta que le resultó duro al principio y a veces, hasta penoso. Sólo cuando terminaba la etapa, las risas y bromas de los compañeros le hacían sentirse bien.