La Iglesia en primera fila para condenar y sensibilizar sobre un problema que golpea especialmente mujeres y niños
Este jueves 30 de julio se celebra el Día Internacional contra el Tráfico de Personas. Al menos 2,4 millones han sido sometidas al tráfico humano en un determinado momento (OIT).
En este sentido, el Papa Francisco ha apoyado una serie de iniciativas desde la Academia Pontificia de las Ciencias y el actual Consejo Pontificio Justicia y Paz para organizar encuentros en el Vaticano, estudios y documentos para combatir la plaga de la esclavitud moderna.
El 8 febrero se organizó en la Iglesia una Jornada de Oración y de Reflexión contra la trata de personas, respondiendo a los incontables llamamientos que el mismo Papa Francisco no desmaya en pronunciar para poner fin a este “crimen contra la humanidad”, "derrota de la comunidad mundial".
Enciende una luz contra la trata, fue el lema de esa jornada, memoria litúrgica de santa Josefina Bakhita, canonizada por san Juan Pablo II, que había sido esclava sudanesa, liberada y luego religiosa canosiana.
Cabe mencionar el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz 2015, titulado No esclavos, sino hermanos, escrito por el Pontífice.
Para la ocasión presentamos una reflexión posdatada del entonces cardenal Jorge Mario Bergoglio sobre la trata de personas y que sacude nuestras ciudades. Un mensaje de absoluta actualidad.
Trata de personas:Hoy en esta Ciudad queremos que se oiga el grito, la pregunta de Dios: ¿Donde está tu hermano? Que esa pregunta de Dios recorra todos los barrios de la Ciudad, recorra nuestro corazón y sobre todo que entre también en el corazón de los “caínes” modernos.
Quizá alguno pregunte: ¿Qué hermano? ¿¿Dónde está tu hermano esclavo!?! ¿¿El que estás matando todos los días en el taller clandestino, en la red de prostitución, en las ranchadas de los chicos que usás para mendicidad, para “campana” de distribución de droga, para rapiña y para prostituirlos…? ¿Dónde está tu hermano el que tiene que trabajar casi de escondidas de cartonero porque todavía no ha sido formalizado….
¿Dónde está tu hermano…? Y frente a esa pregunta podemos hacer, como hizo el sacerdote que pasó al lado del herido, hacernos los distraídos; como hizo el levita, mirar para otro lado porque no es para mí la pregunta sino que es para otro.
¡La pregunta es para todos! ¡Porque en esta Ciudad está instalado el sistema de trata de personas, ese crimen mafioso y aberrante (como tan acertadamente lo definió hace pocos días un funcionario): crimen mafioso y aberrante! (25 de septiembre de 2012)