El gobierno de Guatemala lleva pidiéndola 10 años
Hace una década Guatemala negocia con Estados Unidos beneficio para sus migrantes, pero todavía no tiene éxito alguno. Recientemente, una carta firmada por 10 congresistas estadounidenses solicitó al secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, el llamado Estado de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés) para los guatemaltecos que viven en el país.
La rogativa fue motivada por las constantes catástrofes naturales que asolan a Guatemala, y por la crisis política y de violencia instalada en la región. Durante más de una década, el gobierno de Guatemala ha solicitado el TPS a Estados Unidos, sin embargo, sin éxito.
Hoy mismo, cerca de un millón y medio de guatemaltecos viven en Estados Unidos, de los cuales 60 por ciento están en condición ilegal, con lo que no tienen derecho a ninguna asistencia proporcionada por el Estado en la Unión Americana.
Una medida humanitaria
El TPS es, por decirlo así, un estatus migratorio temporal, concedido a ciudadanos extranjeros que viven en Estados Unidos y que no pueden retornar a su país de origen por motivos de guerra, catástrofe ambiental o por alguna situación extraordinaria. Durante la vigencia, los beneficiarios obtienen una autorización de empleo y permanencia en Estados Unidos. Después del vencimiento del TPS, el residente retorna a la condición en que se encontraba.
Este beneficio ya fue generado por Estados Unidos en los casos de Honduras y de Nicaragua, en 1998, a causa del huracán "Mitch", y extendido por 12 veces, con plazo vigente hasta el 5 de julio de 2016. La medida favorece actualmente a 87 mil personas, entre hondureños y nicaragüenses.
También ya fue concedido el TPS a El Salvador, debido a dos terremotos de gran magnitud, uno de ellos en 2001 afectó a más de un millón y medio de personas. La validez fue extendida hasta el 9 de septiembre de 2016 e incluyó a más de 280 mil salvadoreños.
¿Y Guatemala?
Guatemala es clasificado como uno de los países con alto potencial de múltiples amenazas naturales, debido a la confluencia de tres placas tectónicas y una cadena de 33 volcanes activos en el pequeño país centroamericano.
En 1976, un terremoto de 7.5 grados de magnitud mató a cerca de 25 mil personas. En 1998, el propio huracán "Mitch" devastó buena parte del territorio, causando inundaciones y deslizamientos de tierra, con perjuicios estimados en 984 millones de quetzales (141 millones de dólares). En 2005, el huracán "Stan" también asoló al país. El último terremoto ocurrió en 2014, afectando a la región de San Marcos.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), los desastres naturales en la región causan cada año pérdidas estimadas en 7 millones de dólares, afectando a más de cuatro y medio millones de personas. Pero el TPS no llega para ellos, quizá porque, como ha dicho a la agencia ADITAL, Ilka Oliva Corado, escritora guatemalteca que vive en Estados Unidos, los presidentes de su país no insistieron lo suficiente para aprobar el TPS, porque los migrantes indocumentados "nunca fueron prioridad".
Para Ilka Oliva, el sistema obliga a la población a emigrar y, cuantos más guatemaltecos emigran y viven al margen de los derechos humanos, más beneficios tendrán Guatemala y Estados Unidos. El primero, por la recepción de remesas, y el segundo, por la explotación del trabajo. "Además, si los presidentes de Guatemala nunca han tomado con seriedad el tema del TPS, ¿con qué formalidad esperan que lo tome Estados Unidos?", dijo a ADITAL, Ilka Oliva.
Con información de ADITAL, Agencia de Información Fray Tito para América Latina