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Padre Damián: “La gente está harta de discursos, pongamos corazón”

Padre Damian selfie

© Padre Damian / Facebook

Damián

Carlos Aguilera - publicado el 24/07/15

Segunda parte de una extensa entrevista a la estrella del programa "La Voz" España

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Continuamos charlando con el Padre Damián, el sacerdote que se presentó a La Voz España, el talent show (concurso musical) más importante del momento. Con una audiencia media del 23,8% de cuota de pantalla y con más de tres millones y medio de espectadores, el Padre Damián, al igual que lo hizo Sor Cristina en Italia, se coló en las casas de toda España y parte de Latinoamérica generando lo que se ha llamado el fenómeno del Padre Damián

En la primera parte de esta entrevista, publicada el 10 de julio en Aleteia[1] (http://www.aleteia.org/es/arte-y-espectaculos/entrevistas/padre-damian-me-costaria-ser-santo-si-no-fuera-artista-5878069243936768 ), pudimos hablar con él de todo esto y de las sombras y luces que había provocado su presentación al programa.

Damián, como le gusta que le llamen, nos confesó que tenía miedo de ser el cura friki y de centrarlo todo solo en sí mismo; nos contó también que ser sacerdote no le hace inmune ante los riesgos del mundo de la música, y que le costaría ser santo si no pudiera ser artista.

De su infancia nos dijo que tenía, junto a sus hermanas, un grupo con el que iban cantando por los pueblos de Granada, y que tenía raíces musicales en su familia.

Estuvimos hablando de Rosa López, Ruth Lorenzo y de que sería un placer para él poder representar a España en Eurovisión. Se mostró muy agradecido por la respuesta que había tenido de Latinoamérica y dijo que no querría un disco de temática religiosa sino uno con letras motivadoras y elegantes pero también con un punto atrevido.

Ante todo, expresó tener una gran certeza interior y personal con Dios, gracias, en gran parte, a su congregación, que le tira de las orejas si es necesario. Por último, nos confío un deseo: que le gustaría que todos los cristianos no dejasen de poner sus talentos y cualidades al servicio de Dios y del Evangelio.

Se considera parte de una generación nueva que quiere un vuelco al modo en el que hemos sido Iglesia durante mucho tiempo.

Laura Pausini fue lo primero que te preguntó y parece que a España le pareció justa la pregunta, la repetimos: ¿Qué has venido a hacer aquí? ¿Has venido a anunciar la Palabra de Dios?

Pues, con tu permiso, repito la misma respuesta: Vengo a cantar aquello en lo que creo. Y a que, a través de mi voz, las personas puedan experimentar y sentir aquello en lo que yo he puesto mi confianza.

Tratemos de conocer un poco más a la persona que hay tras el personaje público, ¿qué haces justo cuando te levantas y qué es lo último que haces al acostarte?

Cuando me levanto, decir: ¿por qué me toca levantarme de nuevo? Me cuesta muchísimo despertar… Al mismo tiempo soy de los que por la mañana trato, a veces se me olvida, de que mi primer pensamiento sea para Dios, trato de decir gracias Señor o Señor para Ti.

Y por la noche lo último que hago cuando me acuesto es rezar un Padrenuestro o un Gloria; soy muy de la oración del Gloria; me parece que tengo la protección de Dios mismo que es Trinidad.

Cuando ganaste la primera batalla en el programa felicitaste a tu contrincante como si él, que había perdido, hubiera ganado también e incluso le dijiste que ese premio también era suyo; sorprendió bastante tu respuesta. ¿Crees que podría interpretarse como una respuesta cristiana?

No sé, me salió del corazón en ese momento, además en esos momentos es cuando menos se piensa, te lo aseguro; porque hay un subidón de luces, de gente, aplausos, y ahí es cuando menos piensas en qué quieres decir y me salió del corazón.

Habíamos preparado la canción entre los dos, habíamos vivido muchos momentos entre los dos antes de cámara, y le dije que esto también era suyo. Se interpreta a lo mejor como los comentarios que he leído:
ha sido capaz también de aun habiendo ganado él esa etapa, fijarse en su compañero.

No lo sé, yo lo veo lo normal. Es que era un dúo y la canción era de dos; si gustó a la gente es porque el dúo lo hicimos bien. Pienso que sí, que podría interpretarse como una respuesta cristiana; pero es que es la que siento y la que vivo. Si la gente lo ha interpretado así, me alegro.

Por las entrevistas que he visto tuyas, un tema frecuente que te preguntan es la homosexualidad, ¿por qué crees que te lo preguntan tanto? Y, en esta línea, quisiera que explicaras un poco más dos frases en torno a este tema que ya has dicho: la primera es que “la Iglesia ya se beneficia del talento de personas homosexuales” y la segunda es que expliques un poco más esa respuesta que das tan elegante de la necesidad de tener “paciencia histórica”…

Con la primera afirmación no es solo que estoy convencido, lo veo; hay personas homosexuales que pertenecen a la Iglesia y basta mirar a nuestras parroquias.

No se escandaliza nadie si digo que en nuestra propia parroquia y en otras cercanas, yo diría que en casi todas, conocemos a personas que son homosexuales y que de hecho ofrecen talentos, creatividad y formas a la vida de la parroquia; y eso es así, no se tiene que escandalizar nadie.

Por eso para mí es una afirmación que se puede decir, yo lo veo clarísimo. Y con eso no estoy entrando al juicio del tema de la homosexualidad, no, simplemente afirmo que hay personas homosexuales que ofrecen sus dones dentro de la Iglesia y ella de hecho los está poniendo en práctica.

Y en cuanto a la segunda afirmación, pues decir que el tema de la homosexualidad necesita que demos también alguna respuesta más, no basta con lo que se ha venido haciendo hasta ahora o con lo que se ha propuesto, sino que necesitamos profundizar un poco más en ese tema.

Yo la respuesta no la tengo y me cuesta encontrarla pero sí sé, porque hablo con personas especialmente en el ámbito del arte, el ámbito de la música y demás, que necesitamos ofrecerles algo nuevo. Y esa es mi inquietud. Vivo cercano a muchas personas que son homosexuales y lo vivo con total normalidad y tranquilidad.

¿Dónde detectas esa necesidad, ese reclamo por renovación?

Soy una persona que no se cierra a ningún tipo de persona y, por lo tanto, tengo amigos de todas las condiciones, de todos los criterios, totalmente opuestos a mí y muy cercanos a mí, y de otras perspectivas.

Eso me encanta y eso significa que no me cierro en mis cuatro paredes ni en ningún muro. Yo puedo hablar con personas que opinan distinto de mí y aprendo de ello.

Pero eso solo sucede cuando he sido capaz primero de compartir corazón con esas personas, pues después las comprendo más.

¿Qué es para ti compartir corazón?

Compartir corazón es hablar de sus inquietudes; es que ellos puedan contarme cosas que no logran ver o entender, compartir lo que nos cuesta, en definitiva, compartir vida.

¿Puedes concretar un poco más? ¿en qué aspectos te gustaría que la mirada de la Iglesia cambiara?

Cuando pienso en una Iglesia renovada, pienso básicamente en tres aspectos y dos de ellos se han iniciado ya con mucha fuerza por el Papa Francisco; el primero, sería un cambio del lenguaje, era necesario y también en las formas de expresión.

Porque las personas están hartas de discurso, necesitan que les hablemos, no que les contemos lo que nos hemos estudiado; segundo, una incisión profunda en el tema de lo social, y el Papa Francisco también lo ha conseguido al afirmar siempre la pobreza; y el tercero, que es el que está en camino y aún hay que avanzar mucho en él, es el campo moral.


Además yo soy misionero redentorista y los redentoristas tienen como misión específica dentro de la Iglesia, la teología moral, aparte de la misión popular. Bueno, pues considero que ahí tenemos que dar pasos en temas concretos. Las respuestas yo no las sé y siempre vendrán en consenso, por supuesto, con ayuda del Espíritu y de muchas de las personas que vivimos dentro de la Iglesia.

Pero sí que considero que la gente hoy en día está reclamando un poquito de renovación en el tema de la moral.

Esta entrevista, como ya se vio en la primera parte, quisiera también ser voz de preocupaciones que están en la calle, aunque puedan parecer cuestiones algo inadecuadas para algunos; y por ello, te traslado una pregunta bastante comprometida, ¿le darías la comunión a una persona homosexual?

Sí, esta es una pregunta comprometida porque forma parte de lo que llamamos en la Iglesia “la pastoral”. Los redentoristas llevamos a gala un slogan, un consejo, que es propio de san Alfonso, y es la “benignidad pastoral”.

Entonces, ¿qué supone para nosotros, para un redentorista la benignidad pastoral? No supone que todo vale. Eso está claro.

Partimos de que no todo vale, y creemos en el don de la misericordia y si creemos en el don de la misericordia, creemos que muchas personas, con muchos perfiles distintos a los nuestros, tienen capacidad de conectar con Dios, de enamorarse de Dios de la misma manera que otras.

El tema de la comunión es más delicado, pero yo sé lo que hago. Además me da pena que sigamos poniendo adjetivos, que más da, somos personas

La Iglesia tiene que seguir proponiendo sus ideales y las personas que son creyentes pues deberán tender a ellas, las personas que no lo son deben hacer de acelerador en el mundo.

Pero un mundo no se gobierna solo con acelerador y de eso también soy consciente, como un coche, necesita acelerador y freno, pues acelerador y freno.

Personalmente me parece sano poder dialogar de todos estos temas sin miedo y con una cierta mirada nueva de diálogo en la línea de esa “revolución del amor” que hablabas en la primera parte de esta entrevista.

Bueno, cambiemos un poco de tono, y entramos así en la parte final de la entrevista, ¿quién es Lucky?

(Carcajadas). Lucky es el perro de la familia, en concreto es el perro de mi hermana Marian, se lo regalaron hace dos Navidades y lo cuidamos entre todos. Es un cocker que vive en Granada.

Cuéntanos algo de tu infancia, ¿cómo dirías que es tu familia?

Nací en Granada, mi familia es granaína y siempre nos hemos visto un poco como la familia de Sonrisas y Lágrimas, cantando por ahí y demás… A mí esta película me gusta de principio a fin, especialmente el momento en el que ellos cumplen su sueño como artistas en un escenario, pero también el primer momento de ruptura de esquemas cuando entra María a un hogar muy severo y empieza a cambiarlo todo. En ese aspecto me siento muy identificado.

Usando tus palabras… El personaje de María en Sonrisas y Lágrimas precisamente muestra un conflicto con la vocación; en tu historia personal, ¿qué fue primero la vocación por la música o la vocación religiosa?

La música ha estado desde siempre presente en mi vida. Yo diría, supongo que sin escandalizar a nadie, que mucho antes de descubrir mi vocación religiosa.

Desde pequeñito ya estaba porque mi abuela cantaba flamenco: me subía a los escenarios, cantaba con ella, después tuve ese grupo con mis hermanas, íbamos por los pueblos, siempre hemos cantado en casa, y mi opción de futuro siempre fue ser cantante.

Hubo una época en que quería ser veterinario, los animales me gustan mucho (
ríe). Siempre fue: o actor o cantante, o ambas, en una palabra: artista. Por eso la música me ha acompañado siempre y no he vivido con sorpresa, digamos este periplo.

Sí que lo he vivido con muchísima ilusión porque es una entrada nueva al ámbito del arte que es la televisión. Y la televisión es como el ideal para cualquier artista.

¿Cómo cuidas ese camino de cantante, tienes un coach vocal o das clases de canto, deporte, alimentación…? ¿Cómo te cuidas?

Yo tengo que decir que mi congregación es la más bonita del mundo, como dirá cada persona de la suya.

Cuando yo entré a ser misionero redentorista, fueron ellos mismos los que me propusieron que no descuidase la primera vocación más personal que tuve, que fue el arte.

Por eso, desde el mismo momento en que entré al postulantado en Granada, continué en el Conservatorio; después he tenido distintos entrenadores vocales; aquí en Madrid he estado en la Escuela de Teatro Musical de Ángela Carrasco y continué en el Conservatorio formándome en clásico y lírico.

Quiero decir que sí, que lo cuido, quizás con el tema de la televisión se ha añadido a parte del tema vocal, cuidar la imagen, en general. La Universidad Pontificia de Comillas, de la que soy alumno, tiene un gimnasio donde también iba a hacer deporte.

Siempre tratando de aprovechar que en la vida somos un todo; somos voz, somos físico, somos persona, somos espíritu y todo está ahí.

Miremos por un momento el presente de tu carrera, ¿se ha puesto en contacto contigo alguna discográfica?

Bueno, en eso estamos ahora mismo. Pero no, no han llamado. Digo que estamos porque sí que ha habido interesados; ahora mismo estamos negociando con una empresa de management muy influyente en el sector. Hay personas interesadas y una de ellas es un productor del sector de la música cristiana.

¿Eres compositor?

Bueno, he compuesto un musical que se representó el año pasado en Madrid sobre la vida de nuestro fundador san Alfonso y he compuesto algunas antífonas para la oración, pero no me considero compositor.

Creo que no tengo el don de la composición, para hacerlo bien. El musical fue un éxito y gustó mucho pero para mi carrera musical buscaría algo más y yo mismo no me lo podría ofrecer.

¿Cómo ves el estilismo para ti como cantante?

Es un tema que me he planteado muchas veces, y frente al cual yo no tengo problema pero he descubierto que la gente le da una importancia tremenda; tengo comentarios que son terribles; te hemos visto en una foto sin clergyman.

Pues sí, no voy 24 horas con clergyman y en mi congregación no usamos clergyman.

Otro me dice que se lo pone sólo en la tele para ganar o para ser un producto mediático. Pues mire no, es que soy sacerdote, puedo llevarlo.

Utilicé el clergyman con un uso inteligente y así lo seguiré haciendo. Mi estilismo será así, dependiendo de la ocasión y de lo que considere que puede ser más evangélico en ese momento.        

¿Cómo fue el backstage de La Voz? ¿Genera ya no adicción sino gustillo este mundo?

Al que es artista le gusta estar en un escenario, eso es así de claro; y no creo que vaya ligado al orgullo o a la vanidad sino que es algo que necesitas, tú lo dices muy bien, es como un gustillo que te encanta, no solo por ti sino porque ves que la gente lo disfruta y además tienes la ocasión de transmitir valores. Pero sí, genera actitudes de enganche.

¿Qué referentes históricos y musicales tienes?

Referentes en mi vida tengo muchos y en muchos ámbitos: Jesucristo, san Alfonso nuestro fundador, por supuesto; Madre Teresa de Calcuta, viví un tiempo en la India y me ligué mucho a su figura.


Y luego personas tan dispares como Federico García Lorca, soy de Granada y desde pequeño he recitado sus poemas, también todo lo que conlleva su vida, su muerte y todo lo que sabemos.

Otro referente sería Steve Jobs por la capacidad de innovación aunque todos sabemos que también tenía su carácter y si no salía lo que el quería pues…

Puedo decir que Sor Cristina se ha convertido en un referente porque fue la primera religiosa que fue capaz de lanzarse a este mundillo y que me abrió la puerta…

Hoy día el Papa Francisco para mi es el referente. Quiero ser como él de mayor.

Y referentes musicales pues muy dispares también: Adele, Beyoncé, Pablo Alborán, también voy por épocas; ahora me ha dado por un chaval que es de Eurovisión de este año, se llama Loïc Notett que representaba a Bélgica este año. Le sigo y escucho todos sus covers

Cuando estés de gira y todo lo que eso implica; y los fantasmas que llevamos dentro o que haya fuera te acosen y te hagan dudar, tu propia noche oscura musical, digámoslo así, ¿a qué te agarrarás?

Me agarraré a Dios, soy una persona de oración que trata de pasar por oración todos los proyectos y eso es fundamental en mi vida.

Y me agarraría también a mi comunidad. Y lo digo en conciencia porque sé que son ellos los que van a garantizar que yo mismo me sienta feliz.

En este mundo cada vez más individualista, ¿cómo le dirías a alguien que eres más feliz perteneciendo a una comunidad que si vas solo por la vida? ¿dirías algo así?

Yo diría que pertenecer a un grupo mayor o confiar en otra persona tanto como para valorar tu propio proyecto a pares o a iguales, aporta muchísimo más que ir solo por la vida, pero muchísimo más.

A mí me aporta tranquilidad porque sé que me puedo equivocar menos, que si voy por mi cuenta. Y además siempre está la conciencia, que es muy sabia, de que si me equivoco nos hemos equivocado todos y si ha sido un logro, ha sido un logro de todos. Yo eso lo tengo claro, no me concibo de otra manera.

Muchas gracias, Damián por su disponibilidad y por acoger todas las preguntas “compartiendo corazón”…

Gracias a ti por tus preguntas, por tu tiempo y por tu estudio, porque veo que te lo has preparado muy bien. Y gracias también por la oportunidad de dirigirme al público que sigue a Aleteia.

Terminamos con dos frases del Padre Damián:

Ya ha terminado esa época en la que nos hacían a todos iguales o la que se pretendía, no digo religiosamente sigo socialmente, uniformar a todos y demás. Ha llegado la época en la que cada uno ofrece lo suyo, con sus dones, con su talento dentro de distintas comunidades, de distintas visiones, de distintas perspectivas.

Sueño con el día en que todas las personas nos miremos a los ojos y nos sintamos amigos, es fácil, ¿lo intentamos?”

Padre Damián (@PadreDamianVoz)


[1] http://www.aleteia.org/es/arte-y-espectaculos/entrevistas/padre-damian-me-costaria-ser-santo-si-no-fuera-artista-5878069243936768

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