Una guía para rezar con la Escritura
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Viernes de la XVI Semana del Tiempo Ordinario
Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén
Evangelio según San Mateo 13,18-23.
Escuchen, entonces, lo que significa la parábola del sembrador.
Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón: este es el que recibió la semilla al borde del camino.
El que la recibe en terreno pedregoso es el hombre que, al escuchar la Palabra, la acepta en seguida con alegría,
pero no la deja echar raíces, porque es inconstante: en cuanto sobreviene una tribulación o una persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumbe.
El que recibe la semilla entre espinas es el hombre que escucha la Palabra, pero las preocupaciones del mundo y la seducción de las riquezas la ahogan, y no puede dar fruto.
Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto, ya sea cien, ya sesenta, ya treinta por uno".
Palabra del Señor
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
Cuando alguien oye la Palabra del Reino y no la comprende, viene el Maligno y arrebata lo que había sido sembrado en su corazón.
Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. Este produce fruto
2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
En estos últimos días el Evangelio nos ha venido hablando sobre la búsqueda, el llamado, ver y escuchar al Señor, y hoy el Evangelio nos dice no solo basta oírla y escucharla la Palabra, sino que es algo mas profundo, como ayer nos lo decía debe ir al corazón y quedar bien sembrada, es decir aceptarla con alegría y dejar que eche raíces, ser contante para no sucumbir, estar atento y no dejar que las preocupaciones y seducciones del mundo nos hundan, sino tomarnos nuestro tiempo y con paz estar atentos y comprender al Señor.
¿Cómo recibo y escucho al Señor, lo dejo que se quede en mi permanente o solo temporalmente?, ¿Su Palabra verdaderamente va a lo mas profundo de mi corazón y hecha raíces?, ¿Me considero un buen fruto del Señor?
3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Señor, quiero ser tierra fértil y dejar que tu Palabra eche raíces en mi vida, en mis acciones, en mis actitudes, en lo que digo; quiero dar mi mejor voluntad y esfuerzo para recibirte cada día, cada momento mi Señor, y ser buen fruto.
Amén
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
Y el que la recibe en tierra fértil es el hombre que escucha la Palabra y la comprende. (R)
5. Acción, ¿A que me comprometo con Dios?