Uno de ellos es el mediático padre Barron, fundador de “Word on Fire”
El Papa Francisco sigue dando graves problemas a quienes creían tener las claves de la Iglesia católica en Estados Unidos. El día de ayer lo ha confirmado al nombrar a tres nuevos obispos auxiliares para la importantísima arquidiócesis de Los Ángeles.
Encabezada por el arzobispo de origen mexicano José Horacio Gómez, la arquidiócesis de Los Ángeles es la más grande de Estados Unidos y la que mayor cantidad de población latina contiene en su territorio.
Sin embargo, el Papa no ha nombrado a ninguno de los tres nuevos obispos que auxiliarán a monseñor Gómez con un origen hispano: el célebre y mediático padre Robert Barron y los monseñores Joseph V. Brennan y David G O`Connell.
Cabe señalar que monseñor Brennan y monseñor O’Connell ya servían como vicario y párroco, respectivamente, en la arquidiócesis de Los Ángeles, mientras que el padre Barron era rector del seminario Mundelein en la arquidiócesis de Chicago y es el fundador y animador de “Word on Fire”, un ministerio global de comunicación.
“Ha sido una sorpresa absoluta”, declaró el padre Barron en entrevista con la publicación católica de Los Ángeles, The Tidings, lo mismo que ha dicho monseñor Brennan: “Fue como recibir un golpe en el estómago”.
Continuadores de la misión
Por su parte, monseñor O’Connell, quien ha servido por 25 años en parroquias del sur de Los Ángeles –con problemas graves de drogas y pandillerismo juvenil—dijo a la misma publicación que lo que realmente importa para los católicos en un ambiente como el que él ha vivido es “trabajar con la gente en los vecindarios” y amarlos como ellos son.
La fecha de la ordenación de los tres obispos auxiliares todavía no está definida, pero es seguro que ocurra en el otoño. Mientras tanto, monseñor Gómez ha dicho que con este nombramiento el Papa Francisco muestra que entiende “lo que la Iglesia necesita, no solamente aquí, en Los Ángeles, sino en Estados Unidos y en las Américas”.
“Pienso que cada uno de los tres obispos auxiliares –terminó diciendo monseñor Gómez—ayudarán en la misión en la arquidiócesis de Los Ángeles: la bella misión de compartir el amor de Dios y el mensaje de Jesucristo y de promover la dignidad humana, la compasión y la justicia en nuestra sociedad”.