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Finaliza la cuenta regresiva de tres meses atrás, desde que se conociera oficialmente la confirmación de la presencia del Papa Francisco en el Paraguay, un sueño anhelado por los habitantes de un país con más del 90 por ciento de población católica y un 80 por ciento de población menor de 30 años.
El afecto es mutuo entre un pontífice que fuera llamado por Umberto Eco "un jesuita paraguayo", calificándolo así por ser reflejo de las huellas que dejaron los miembros de la Compañía de Jesús durante su presencia en Paraguay en los siglos XVI y XVII, hasta que fueron expulsados en 1767.
La expulsión se produjo, pero la herencia permaneció. Hoy se evidencia no sólo en la cultura paraguaya, donde casi el 90 por ciento de la población, además del guaraní habla el español, segunda lengua oficial paraguaya. Además quedan vestigios de esta cultura en las expresiones artísticas que encontrará el Papa.
Por ejemplo, el retablo-altar de grandes dimensiones elaborado por el artista de fama mundial, Koki Ruiz, quien tomó como elementos para su confección decenas de miles de mazorcas de maíz y frutos de coco, reproduciendo imágenes de san Ignacio de Loyola y san Francisco de Asís, tomando como ejemplo las iglesias franciscanas y jesuíticas de la primera evangelización del Paraguay.
Además, los jóvenes han recibido esta herencia, que quedará evidenciada cuando, en el encuentro programado en el estadio Leon Condou, el grupo de instrumentos reciclados de la basura interprete un concierto para el Papa, del nivel de obras de Mozart, Beethoven y Schubert.
Estos jóvenes provenientes del Bañado Norte, sector de un grupo de barrios de Asunción que vive de lo recolectado de la basura, ha logrado el milagro de confeccionar violines, bajos, violoncelos, despertando la admiración de grupos de otro género musical, como la banda de rock Metallica, que los invitó, para su sorpresa, a su gira por todo el mundo.
Estos jóvenes mostrarán su talento, transformado desde lo proveniente de la cultura del descarte, como afirma el Papa, hasta el más alto de los niveles creativos en materia musical.
En el contexto social, el Paraguay recibe al Papa con el deseo de que la voz del Pontífice, que llama a la solidaridad, sea efectivamente escuchada. Paraguay es un país considerado siempre como uno de los más pobres de Sudamérica, pero en los últimos años ha mantenido un sostenido crecimiento económico (del 5%).
Sin embargo, se insiste en que esta realidad beneficie a los más necesitados, no a través de la cuestionada cultura del derrame a la que hace mención el Papa, sino de una efectiva cultura del encuentro y la solidaridad.
El Paraguay es un país eminentemente joven, por ello es significativo el último gran encuentro que Francisco mantendrá en la Costanera del río Paraguay con una juventud anhelante de escuchar sus palabras.
Siempre el Papa Francisco ha manifestado una especial preferencia hacia el Paraguay, ya durante sus años de trabajo con la pastoral de inmigrantes en Buenos Aires, donde a lo largo de las últimas décadas han vivido cerca de un millón de paraguayos.
Ha exaltado, primero como arzobispo y luego como Pontífice, el papel de la mujer paraguaya, a quien ha llamado la más heroica, porque ha rescatado la fe y la cultura de un pueblo diezmado por la injusticia internacional, que renació de sus cenizas, al hacer mencion a la Guerra fratricida de la Triple Alianza, considerada como uno de los genocidios americanos, que enfrentó al Paraguay contra Argentina, Brasil y Uruguay, en el llamado Tratado Secreto de la Triple Alianza, de 1864 a 1870.
Al recibir una imagen de la Virgen de Caacupé, entregada por este periodista que acompaña al Santo Padre en el vuelo papal, volvió a afirmar que ella era "la más gloriosa" identificándola asi con la mujer paraguaya, tal como lo hiciera cuando recibió a la Virgen venerada por los paraguayos años atrás en la catedral de Buenos Aires.
El Santuario de Caacupé será uno de los puntos centrales de esta visita papal al pueblo paraguayo, donde la población guaraní se vuelca en un 90 % cada 8 de diciembre.
Finalmente, el Papa que rompe protocolos, ha decidido ir, fuera de programa, a visitar el Penal de Mujeres del Buen Pastor, que le recibirán con hermosas canciones paraguayas, ya que han preparado un coro para tal afecto, nada más llegue el Papa al país.
Y buscando un espacio en su apretada agenda, rezará ante la reliquia del corazón incorrupto del santo paraguayo, san Roque González de Santa Cruz, que se encuentra en dicho estado desde 1628, cuando fuera martirizado en la región del Caaro.
Rezará Francisco, así como lo hacía cuando era el Padre Jorge, en una visita realizada con el corazón a Buenos Aires, donde el jesuita paraguayo que lo portaba encontró al obispo de Buenos Aires orando durante toda la madrugada ante el signo distintivo de este santo, que lo recibirá en el Paraguay.
Dada su cercanía geografica con el Paraguay, así mismo, cerca de un millón de argentinos serán recibidos en el Paraguay, donde podrán ver por primera vez a su compatriota, que no ha vuelto a su patria desde que fuera elegido.
"Pidamos poder corresponder a tanto amor que el Papa manifiesta al Paraguay", decían los jóvenes, mientras se preparaban para recibirlo, con un coro de mas de medio millar de integrantes.
Este es el Paraguay que espera a Francisco.