sería compuesta enteramente de chistes”. No me extrañaría que entre los autores
predilectos del genial filósofo austriaco se encuentre el mismísimo Groucho Marx.
El
sentido del humor ha sido frecuentemente denostado aunque existe la creencia popular
de que lo verdaderamente difícil es hacer reír. Ya saben aquello de que hacer llorar es
fácil y reír difícil. Yo, no obstante, prefiero la reflexión que Peter Bogdanovich tomó
prestada de la actriz Tallulah Bankhead: “una cebolla te hace llorar, muéstrame un
vegetal que te haga reír”. Sublime.
adulto. Hay pocas cosas en este mundo que no sean susceptibles de ser tomadas con
sorna. Otra cosa es que nuestra sensibilidad como individuos no nos tolere verlas.
Hay
además otra máxima elemental en el universo del humor: cuando mejor funciona la
comedia es en los contextos opuestos al sentido del humor. Por esta razón Una noche en la
ópera es una obra maestra, porque no había nada más rocambolesco que poner a los
hermanos Marx en una ópera. Y también por esta razón, el llamado humor negro, los
chistes sobre la muerte, sin trascendencia divina alguna, funcionan tan bien.
Festival de Cine de Sitges. La idea, en sí misma, promete. La película es un falso
documental sobre el día a día de cuatro amigos que comparten casa con la peculiaridad,
a tener muy en cuenta, de que son vampiros.
Según se nos indica al principio del film, el
equipo que rodó el hipotético documental llevó consigo en todo momento un crucifijo
para salvaguardar su integridad.
Ante semejante punto de partida, lo más recomendable es, sin ningún género de dudas,
no tomarse la película demasiado en serio, fundamentalmente porque ni ella misma se
toma en serio.
Lo que hacemos en la sombras disecciona los tópicos y los clichés del
cine de vampiros para reírse de ellos y con ellos. Es muy probable que esta película no
diga gran cosa a mucha gente pero, a buen seguro, hará las delicias de los amantes del
género.
jóvenes contorsionistas del medio. Por un lado Taika Waititi y por otro Jemaine
Clement.
El primero es un prolífico actor que ha aparecido en casi todo tipo de
películas, incluyendo esa desfachatez titulada Linterna verde, que también ha dirigido
numerosos trabajos en televisión además de haber escrito sus propios guiones entre
otras labores como productor y director de casting.
En lo que respecta al segundo,
Clement ha sido más visible en los créditos de canciones de un buen número de
películas, además de haber actuado en otras tantas películas, por no hablar de sus
participaciones como compositor, productor y director.
Se trata por tanto de dos
profesionales del medio que, no obstante, decidieron unir sus fuerzas para poner en pie
una idea, no muy original, pero sí que muy divertida.
Lo
que hacemos en las sombras puede terminar siendo la comedia más divertida del año.
divertimento para amantes del género sin demasiados prejuicios, la película de Waititi y
Clement muy bien puede terminar convirtiéndose en el estreno más desternillante del
año.