¿Puede un adolescente amar de verdad?

PREGUNTA: Nosotros los adolescentes cambiamos de opinión muchas veces e incluso creemos estar enamorados realmente y hasta creemos que en verdad es amor, pero luego pasa el tiempo y simplemente dejas de sentir eso… mi pregunta es: ¿Puede un adolescente amar en verdad? O sea, ¿el amor existe a esta edad? Una profesora hace años dijo que no, que a esta edad sólo creemos que es amor, pero en realidad no lo es. Y bueno, por mi experiencia hasta ahora con mi ex enamorado puedo asegurar también que el amor a esta edad se acaba o nunca existió. – L. S., 18 años.

RESPUESTA: El enamoramiento efectivamente es un proceso básicamente fisiológico y por lo tanto, cambiante, como nuestra propia naturaleza. Esto no es exclusivo del adolescente, pues lo mismo pasa en todas las etapas de la vida. Sin embargo, en etapas como la adolescencia, en la que se atraviesan por tantos cambios fisiológicos, es esperable que también pase lo mismo con el enamoramiento.

Ahora bien, de lo que hagas con ese enamoramiento, es decir, de qué significado concreto le des en tu vida y a tus propósitos en esa experiencia, es lo que dice si es amor o no. Las sensaciones que acompañan al enamoramiento son una invitación a amar. El problema viene cuando nos quedamos sólo prendados de la sensación, de lo que “me gusta”, y nos ensimismamos en la miel.

Si caemos en eso sería algo así como que nos mandan una muy bella invitación para una súper fiesta, pero por quedarnos admirando la tarjeta, ¡no olvidamos de ir a la fiesta! Si nos enamoramos del sentimiento de estar enamorados, y de las sensaciones que nos produce tal chico o chica al estar con él o con ella, dejamos pasar la oportunidad de aprender a amar y de comenzar a amar incluso en la adolescencia. ¿Cómo? Sumando a esas emociones la práctica de la Virtud de la Castidad.

En resumen: ¿es posible amar en la adolescencia? Claro que es posible, siempre y cuando se haga una firme opción por vivir la virtud de la Castidad. De ese modo, el amor inicial no quedará en un mero sentimiento, sino que irá creciendo y madurando hasta hacerse fuerte y estable.

Dr. Ricarte Cortez, Médico Psicoterapeuta. Artículo originalmente publicado por La Opción V