La Copa América es el campeonato internacional de selecciones de fútbol más antiguo del mundo. Pese a los escándalos de corrupción en el fútbol que salpican a la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL), entidad organizadora, la edición de este año en Chile permitirá que salgan a escena a algunas de las grandes figuras del deporte mundial.
Para seguirlas, se movilizarán decenas de miles de personas hasta Chile. Pero detrás del espectáculo, se encierra un mal. “Lamentablemente es sabido que los eventos deportivos conllevan un drama muy grande que es el aumento de trata y explotación de personas”, explica Marcela Villares, de la Comisión Episcopal de Turismo y Migraciones de la Conferencia Episcopal Argentina.
“Se ha verificado en los últimos mundiales un aumento en la explotación sexual tanto de mujeres adultas, como de niñas, niños y adolescentes”, completa Villares.
Para concienciar sobre la trata, e incluso movilizar a que quienes observen casos para que los denuncien, distintos organismos de la Iglesia y de la sociedad civil impulsan una campaña titulada Dejá fuera de juego a la trata.
La iniciativa del Equipo de Trabajo contra la Trata y el Tráfico de Personas difunde con un fixture de la Copa América las líneas gratuitas para denunciar casos en los dos países: 134 (Chile) y 145 (Argentina).
Convocadas por la Comisión Nacional de Justicia y Paz, las organizaciones buscan con la distribución del programa con los teléfonos combatir además la “complicidad”.
“El año pasado hicimos una campaña para el mundial de fútbol donde a un fixture ya existente le pusimos el logo de esa campaña. Este año pensando en qué poder hacer, se nos ocurrió diseñar un fixture similar, pensando que la gente se lo quedaría porque le daría utilidad, y así se llevaba el mensaje de No a la trata”, cuenta a Aleteia Villares.
El fixture contra la trata informa de números de teléfonos en Chile y la Argentina a los que se puede llamar a denunciar un caso. “En el caso de Argentina es un número a nivel nacional que se creó especialmente para atender, contener a personas que denuncian casos de trata y explotación”.
Villares alerta que “es importante que ante la solo sospecha se llame. El llamado puede ser anónimo, no es necesario tener pruebas, la sola sospecha hace que se pongan en movimiento quienes tienen a su cargo esta tarea”.
La campaña de difusión ilustra además la importancia de los enfoques conjuntos entre las naciones a la hora de combatir la trata.
“En la gran mayoría de los casos se llevan de un país a otro personas para ser traficadas y explotadas, la lejanía, las deudas, el no contar con un entorno familiar, hace más vulnerables a las víctimas”, explica Villares al denunciar a las redes internacionales que se ocupan de este delito.
“Ningún país es ajeno a este drama que vive hoy la humanidad, por lo tanto es un flagelo que debe ser tratado a nivel internacional”, completa.
Gracias a esta iniciativa, la Copa América es, además de fuente de entretenimiento para cientos de miles de americanos, una oportunidad de concienciar sobre uno de los delitos organizados más contundentes que el continente enfrenta: la trata de personas.