Día Internacional contra el trabajo infantil
Hoy es el Día contra el Trabajo infantil y desde Misiones Salesianas y Manos Unidas se recuerda que aún hoy existen niños esclavos: más de 168 millones de niños trabajan en el mundo.
Misiones Salesianas ofrece algunos ejemplos: “Anderson se levantaba a las seis de la mañana de lunes a domingo para trabajar en el mercadillo, Jefferson trabajaba más de doce horas cada día arreglando zapatos, Rayane vendía comida en el restaurante de su tía…”
Las causas del trabajo infantil son, entre otras, la pobreza, la falta de educación, la desestructuración familiar, la tradición… Los niños y niñas son mano de obra barata por la que se paga menos, afirma Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas: “son trabajadores silenciosos porque desconocen sus derechos y difícilmente se revelan”.
Las consecuencias para los menores son muchas: malformaciones y enfermedades crónicas baja autoestima e, incluso, depresión. "Son niños y niñas tratados como adultos en miniatura a los que no se les permite vivir su infancia con alegría", explica Muñoz. Estos niños y niñas hoy tienen una segunda oportunidad gracias a misioneros salesianos.
De igual Manera Manos Unidas se une a la denuncia en este día y muestra su lucha “para prevenir y atacar las causas que llevan a que millones de pequeños tengan que abandonar la escuela para emplearse en trabajos precarios y mal remunerados.
“Uno de los problemas a los que se enfrenta la población es el alto índice de abandono escolar, y la nula escolarización de algunos niños y niñas”, explican desde Manos Unidas que destacan cómo las niñas son las más afectadas por este problema al considerarse su educación una pérdida de tiempo y de dinero, relegando su papel social al de madre y esposa.
Manos Unidas y Hermanas salesianas trabajan en la India con distintos proyectos. Estos son los niños que ya se han beneficiado de este trabajo:
R. Kavitha tiene once años y todo un futuro por delante. Estudia en la escuela pública y es una alumna brillante. Su sueño es ser médico.
Nandini también es buena estudiante, aunque se despista más. Hay que motivarla más para que atienda en clase. Sin embargo, destaca las actividades extraescolares, sobre todo en danza.
Surjana tiene 16 años y la mente puesta en los estudios de ingeniería que llevará a cabo en alguna de las tres mejores universidades de su país, gracias a la beca que ha conseguido tras superar los exámenes de ingreso en bachillerato con una calificación de 9,8.
Con 9 años, la ilusión de Gowthami es ser profesora. Ha pasado el curso puente de preparación para incorporarse a la escuela pública el próximo curso.
Sanvitha es tímida y retraída. Tiene siete años y ha conseguido, con mucho esfuerzo aprender algo de inglés. El próximo año comenzará a estudiar en el colegio ingles de su ciudad.