California, por sí mismo, es uno de las ocho economías más grandes del planeta. Es el Estado más influyente de la costa oeste de Estados Unidos, y un destino, junto con Texas, Nueva York e Illinois, multicultural, receptor de gran cantidad de inmigrantes, buena parte de ellos hispanos.
También se ha distinguido entre los 50 estados de la Unión Americana por la promoción de leyes polémicas. Toca el turno a la ley SB-128, mediante la cual el Senado de California legaliza la eutanasia "para casos de enfermos terminales con una esperanza de vida inferior a seis meses".
Desde luego, esta ley será muy controvertida y se prevé un largo debate al respecto (¿cómo determinar el tiempo de vida de una persona?) que continuará su tramitación ahora en la Asamblea legislativa de esa entidad estadounidense.
Según los medios allegados al sistema legal californiano, la normativa tomó como referencia la legislación vigente en Oregón, que se remonta a 1997. Oregón es un Estado que –junto con Nuevo México, Vermont y Washington– autoriza el "suicidio asistido por médicos".
El disparador fue el caso de Brittany Maynard
La SB-128 surgió como respuesta al caso de Brittany Maynard, una joven californiana de 29 años que sufría un tipo invasivo de cáncer cerebral y que se mudó a Oregón para poner fin a su vida en 2014.
La iniciativa contó con la oposición del Partido Republicano y de algunos demócratas que argumentaron razones morales para votar en contra, aunque finalmente salió adelante con el apoyo de 23 senadores frente a la negativa de 14.
Los padres y los familiares de Brittany -un caso que subió a las páginas de los diarios de todo el mundo-estuvieron ayer jueves presentes en la sesión de la Cámara alta californiana.
La SB-128 será revisada ahora por la Asamblea de California y, en caso de que obtenga luz verde, acabará encima de la mesa del gobernador Jerry Brown, quien tendría que decidir si firma la resolución para que entre en vigor o la si, por el contrario, ejerce su facultad de vetarla.
Hoy celebramos a...