El Papa Francisco no termina de atender a los más pobres e indigentes de su diócesis, Roma. En esta ocasión, un autobús de 50 peregrinos especiales ha llegado este miércoles 3 de junio al final de la tarde a Turín, Italia. Se trata de personas sin techo y enfermas que asisten al comedor y a los servicios de acogida de la Parroquia Santa Lucia. Todo el viaje ha sido pagado por el Pontífice a través de su limosnero, monseñor Konrad Kraijewki.
Los peregrinos encomendados por el Papa han sido acompañados por el párroco, Antonio Nicolai. “El viaje – cuenta el sacerdote – ha sido ofrecido a nuestros hermanos indigentes por Francisco que, ha sabido del peregrinaje, a través del encargado de la caridad papal y ha querido hacer una donación para que estas personas que viven en la necesidad, con la convicción que como la Síndone, representen el rostro de dolor del Señor Jesús”.
El grupo de indigentes será hospedado en dos lugares de acogida que siguen el modelo del santuario mariano de Lourdes en Francia. El programa del viaje indica que los huéspedes de Francisco visitarán este jueves en la mañana la sagrada Síndone.
Según contó a Aleteia el encargado de prensa de la Ostensión de la Síndone, Stefano Di Lullo, los indigentes han sido acogidos con una fiesta en su honor y tendrán una atención muy especial por parte de la ciudad y de la diócesis local, Turín.
“Todo el invierno acogemos personas indigentes – nos preparamos por lo tanto a la acogida de estos hermanos para que vivan una experiencia alegre y de comunidad”, dijo Sor Giussepina Fornoni – responsable del Accueil del Cottolengo – un hospital y casa para casos extremamente graves de salud, una ciudad en la ciudad para el cuidado de los enfermos, personas discapacitadas y sin techo.
El objetivo es que los enfermos enviados por el Papa a Turín se sientan “acogidos como un único valor inestimable, como enseña con amor Giuseppe Benedetto Cottolengo, el mensaje más grande de Caridad que admiramos en la Síndone”.
La pequeña caricia del Papa a sus preferidos
Recientemente, ocurrió algo perecido, cuando el 26 de marzo, Francisco se ha reunido en la Capilla Sixtina con 150 sin techo, invitados por la Limosnería pontificia para visitar los Museos Vaticanos. En esa ocasión, ha estrechado la mano a cada uno de ellos y les ha dicho: “Bienvenidos. Esta es la casa de todos, es su casa. Las puertas están siempre abiertas para todos”.
Asimismo, Francisco les ha pedido a los indigentes en varias ocasiones que recen por él. “Necesito de la oración de personas como ustedes”. Y así, les ha bendecido y dedicado en varias oportunidades su atención personal. Además de darles ayuda concreta como la barbería, las duchas construidas en el Vaticano y diversos actos de caridad que cumplen a diario la oficina encargada de llevar la caridad papal a las calles, y la que organizó la visita a los Museos Vaticanos y la cena final.
Hoy celebramos a...