La fe auténtica, abierta a los demás y al perdón, hace milagros, Dios nos ayuda a no caer en una religiosidad egoísta y negociante: lo dijo el papa Francisco el 29 de mayo de 2015 en la misa celebrada en Santa Marta.
Jesús condena el egoísmo espiritual
El Evangelio del día propone "tres modos de vivir" en las imágenes de la higuera que no da frutos, en los mercaderes del templo y en el hombre de fe, ha dicho Francisco.
"La higuera -ha afirmado el Papa- representa la esterilidad, es decir una vida estéril, incapaz de dar cualquier cosa. Una vida que no fructifica, incapaz de hacer el bien".
"Vive para sí: tranquilo, egoísta, no quiere problemas. Y Jesús maldice la higuera, porque es estéril, porque no ha hecho lo que tiene que hacer para dar fruto.
Representa la persona que no hace nada para ayudar, que vive siempre para sí misma, para que no le falte de nada. Al final todos se vuelven neuróticos, ¡todos!
Jesús condena la esterilidad espiritual, el egoísmo espiritual. ‘Yo vivo para mí, que a mí no me falte de nada y que los demás se apañen!’".
No convertir la religión en un negocio
También hay otra forma de vivir, ha destacado el Papa:
"Es la de los abusadores, la de los mercaderes del templo. Abusan también del lugar sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas, venden los animales para el sacrificio, incluso entre ellos tienen como un sindicato para defenderse.
Esto no era solo tolerado, sino que era permitido por los sacerdotes del templo". Son "los que convierten la religión en un negocio".
En la Biblia, ha recordado el Papa, está la historia de los hijos de un sacerdote que "empujaban a la gente a dar ofrendas y ganaban mucho, también de los pobres".
Y "Jesús no ahorra palabras": "Mi casa será llamada casa de oración. ¡Vosotros, sin embargo, la habéis convertido en una cueva de ladrones!".
"La gente iba a peregrinar allí a pedir la bendición del Señor, a hacer un sacrificio... Allí, ¡se abusaba de la gente!
Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les catequizaban… Era una cueva de ladrones. Pagad, entrad… hacían ritos, votos, sin piedad.
No sé si nos hará bien pensar si nosotros acabamos haciendo lo mismo en algún sitio. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios para el propio beneficio".
La fe que ayuda a los demás hace milagros
La tercera forma de vivir es "la vida de fe", como indica Jesús:
"Tened fe en Dios. Si uno dice a este monte: ‘levántate y tírate al mar’ sin dudar en su corazón, creyendo lo que dice, esto sucederá.
Todo lo que pidáis en la oración, ‘pedidlo con fe y sucederá’. Sucederá exactamente lo que pedimos con fe".
"Es el estilo de vida de la fe. ‘Padre, ¿Qué debo hacer para esto?’, ¡Pide al Señor, que te ayude a hacer cosas buenas, pero con fe.
Solo una condición: cuando os pongáis a rezar, si tenéis algo contra alguien, perdonadlo. Es la única condición, para que el Padre vuestro que está en los Cielos os perdone, perdone vuestras culpas’.
Este es el tercer estilo de vida. La fe, la fe para ayudar a los demás, para acercarnos a Dios. ¡Esta fe que hace milagros!".
El papa Francisco ha concluido su homilía con una oración:
"Pidamos hoy al Señor… que nos enseñe este estilo de vida de fe y que nos ayude para que nunca caigamos, ninguno de nosotros, ni la Iglesia, en la esterilidad y en el hacer negocio".