Reflexión tras la frase pronunciada por el Papa Francisco
Esa frase del Papa Francisco me ha dejado marcado por unos instantes. Después de todo, es una pregunta cuya respuesta no se puede contestar de buenas a primeras, como si fuera una cuestión baladí.
Es una pregunta por el tipo de vida que has tenido, por el como has gozado cada momento, por el sentido de cada instante, por la emoción de cada encuentro, por la energía de cada acontecimiento, sea el que sea. Es una pregunta que interpela hasta lo más profundo de lo que estás haciendo en este momento remitiendo a la capacidad de empatía y de compasión que has tenido durante toda tu existencia.
¿Quién cerrará tus ojos? Eso significa…para mí significa una pregunta profunda hacia lo que he estado haciendo con mi vida durante estos minutos, horas, días y años. Me mueve a preparar lo que ni siquiera puedo imaginar que sucederá cuando tenga que suceder. Me impulsa a vivir con entusiasmo cada experiencia que estoy teniendo ahora mismo. Después de todo, supone plantarme un interrogante por el: y, ¿qué se dirá de mí en mis últimos momentos sean los que sean? Es complejo porque nadie está preparado para este paso salvo el que sabe que ha VIVIDO y ha SIDO, no solo quien HA HECHO.
Me ha dejado pensando en que lo importante, aunque cueste llevarlo a la práctica, es cada "hola, ¿cómo estás?", o "aquí estoy para lo que necesites" o "gracias por lo que me has regalado, por el tiempo que has compartido conmigo". Más aún, lo importante es la CAPACIDAD de AMAR. ¿Alguna vez lo comprenderos? Espero que sí, porque, saber que vas a morir, al final, impulsa a vivir con plenitud la VIDA que tienes como un REGALO.
Vívelo, el día es hoy. El presente es ahora.
Y a ti, ¿qué te suscita esta frase? Te invito a hacerte esa pregunta y a responderla con coherencia.
Artículo originalmente publicado por Fundamentos para la vida