La victoria de pequeños partidos y coaliciones abre un futuro incierto sobre la gobernabilidad del país
Las elecciones municipales y autonómicas (en 11 de las 17 autonomías) en España el domingo han dado como resultado un importante desplazamiento del voto hacia la izquierda, como protesta por las políticas de austeridad del Gobierno de Madrid, presidido por Mariano Rajoy, y por la corrupción descubierta en el PP y el PSOE, los dos partidos que han gobernado España desde la dictadura franquista.
Hay tres elementos nuevos en estas elecciones: primero, ya no hay mayorías absolutas en los gobiernos autonómicos o regionales, y tampoco en los gobiernos locales de las principales ciudades españolas, lo cual exigirá pactos a los que el Partido Popular no está acostumbrado; segundo, la irrupción en el escenario de la representación política local y regional de dos partidos, uno de centro-izquierda (Ciudadanos) y otro de extrema izquierda (Podemos); tercero, la pérdida de votos del independentismo catalán que ha dejado la capital Barcelona en manos de una plataforma de siete formaciones políticas, liderado por Ada Colau, por vez primera una mujer, y de extrema izquierda, al frente de la capital de Cataluña y con una mayoría muy pequeña, muy difícil de gobernar.
En la capital, Madrid, aunque ha ganado por la mínima el Partido Popular, no podrá formar gobierno, el cual, al igual que Barcelona, podría ir a una formación liderada por Podemos, con el apoyo del PSOE. Eso se verá en los pactos posteriores. Valencia y Sevilla irán a coaliciones de izquierdas, mientras que Bilbao seguirá en manos del Partido Nacionalista Vasco (PNV), el cual ha arrebatado la alcaldía de San Sebastián a la formación cercana al grupo terrorista ETA, Bildu. En Galicia y Asturias han bajado el PP y el PSOE en votos, pero el PSOE seguirá gobernando Asturias y el PP pierde en La Coruña y Pontevedra.
Los dos partidos nuevos, Ciudadanos y Podemos, han sacado los suficientes votos para ser partidos que actuarán como apoyo a los partidos mayoritarios (PP y PSOE) en los gobiernos de los ayuntamientos y de las regiones. En este sentido, Ciudadanos se ha asegurado estar en los gobiernos de la gran mayoría de ciudades importantes y regiones, cuando es un partido de reciente creación en España, si bien ya existía en Cataluña donde ha mantenido una política radicalmente contraria al independentismo y a favor de la unidad de España.
El problema del Partido Popular va a ser que necesitará de acuerdos con distintos partidos, y al no estar habituado puede perder el gobierno de ciudades y regiones que pasarán a manos del PSOE. El mensaje de los electores es romper las mayorías absolutas y obligar a los dos grandes partidos, PP y PSOE, al pacto, al diálogo, a poner políticas diversas en común. Sin embargo, la proliferación de muchos partidos pequeños condicionará a su vez estos pactos. Esto implicará unos presupuestos locales y regionales más expansivos, incrementando la deuda de las comunidades autónomas que ya es alto.
En el ámbito religioso, los nuevos partidos, Ciudadanos y Podemos, quieren eliminar la religión de la vida pública, de las escuelas, de los ayuntamientos, fomentando políticas familiares contrarias a la doctrina católica. Mucho más Podemos que Ciudadanos. Los focos de atención en el ámbito familiar es eliminar que se echen a las familias de los pisos cuyas hipotecas no pueden pagar. A su vez, Podemos está en contra del poder financiero de los bancos y de la economía de mercado, al estilo del chavismo venezolano; Ciudadanos sin embargo defiende una política económica de libre mercado al estilo europeo.
Hay que destacar que buena parte de los votos de Podemos proceden del Partido Socialista (PSOE) y en el caso de Ciudadanos, del Partido Popular. Aunque el Partido Popular ha ganado globalmente las elecciones con 6 millones de votos, ha perdido 2,4 millones, casi un tercio de los que obtuvo en las anteriores elecciones locales y regionales de 2011. El PSOE también ha perdido votos, pero bastante menos: ha conseguido 5,5 millones de votos, con una pérdida de 650.000 votos en total. Ciudadanos ha ganado 1,4 millones de votos y era la primera vez que se presentaba.
Habrá que esperar qué ocurrirá en las elecciones generales de final de año, donde se elegirá al gobierno de España. De momento, en España, ha habido una fuerte sacudida. Antes se celebrarán elecciones autonómicas en Cataluña, donde el independentismo ha dicho que quiere la mayoría absoluta. En las elecciones del domingo el independentismo ha conseguido solo el 45 por 100 de los votos y ha perdido la capital, Barcelona.