Jóvenes de distintos credos se unen a favor de la inclusión social de poblaciones vulnerables contra la cultura del descarte
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“Cuando estamos bien y nos sentimos a gusto, nos olvidamos de los demás, entonces nuestro corazón cae en la indiferencia: ‘yo estoy relativamente bien y a gusto, y me olvido de quienes no están bien”, decía el Santo Padre lamentando la globalización de la indiferencia.
Hoy en día vemos tantos hermanos que sufren a causa de la violencia, de la pobreza, de la injusticia social; tantas desigualdades que han acrecentado las poblaciones vulnerables en algunas ciudades.
Medellín es una ciudad que alberga a muchos “mendigos”, como el común de las personas les suele llamar. Para muchos son un lastre y un problema que en macro eventos se soluciona temporalmente cuando estos son escondidos, y en el mejor de los casos, atendidos sólo por unos días.
Es este motivo por el cual muchos han querido salir al encuentro de políticas pobres que no les devuelven la dignidad a estas personas sino que los mantienen privándoles de una vida más humana.
Fundación “Visibles”
Juan Esteban Martínez Jaramillo es un joven de 25 años que actualmente está terminando una maestría en Ingeniería de Sistemas en la Universidad Nacional de Colombia. Él hace parte del grupo fundacional de esta iniciativa que reúne a estudiantes de varias universidades de Medellín con la intención de trabajar con nuevas metodologías de intervención a favor de las poblaciones vulnerables que hay en la ciudad enfocándose en el trato humano y buscando su inclusión.
Esta organización sin ánimo de lucro trabaja con distintos grupos humanos: Infancia, Desplazados y Habitantes de calle. Juan Esteban nos cuenta que el nombre VISIBLES “responde a que la Fundación busca visibilizar a las poblaciones vulnerables buscando que no se les siga excluyendo”.
Unidos por el deseo de la inclusión
Este sueño empezó hace tres años y medio con el entusiasmo y la decisión de 20 jóvenes que a lo largo de estos años han experimentado la fuerza de trabajar en equipo con una meta clara y común.
Si bien es cierto este grupo no profesa ningún tipo de afiliación política ni religiosa, con sus vidas dan testimonio que la preocupación por el otro, hermano necesitado, saca lo mejor de uno para ponerlo a su servicio.
“Nos consideramos buenos amigos, y tenemos como lema no oficial: "Más que una fundación, somos una familia", explican, "lo que realmente nos une es el deseo por la inclusión y por revertir situaciones que generan vulnerabilidad en las poblaciones”.
Un amor que se dona y duele
Juan Esteban es católico y muy practicante de su fe. Él considera y comparte que la donación de sí mismo es una experiencia y necesidad humana que no se limita a una credo. “Creo que toda persona, sea católica o no, debe donarse a sí mismo por el prójimo, por lo cual hago una invitación para que todos encuentren la forma para amar hasta el extremo, amar hasta que duela”.
Este joven no sólo es miembro del grupo fundacional sino que actualmente trabaja como voluntario en algunas actividades de la Fundación y hace parte de la Comisión de Donaciones canalizando los recursos que llegan desde afuera y el aporte que cada asociado, de manera voluntaria, da mensualmente para poder solventar los gastos administrativos.
Si estás interesado en participar de las actividades de “Visibles” puedes seguir su programación en https://www.facebook.com/fvisibles/timeline