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El Papa Francisco recibió en audiencia a la arzobispa luterana de Upsala (Suecia), Antje Jackelén, que encabezó la delegación de la Iglesia evangélica-luterana que visitó el Vaticano este lunes 4 de mayo.
“¡Gracias al Papa por el buen encuentro de hoy! Veni Creator Spiritus”, escribió, en su cuenta de Twitter, Jackelén después de la audiencia.
Grazie @Pontifex for a good meeting today! Veni Creator Spiritus. pic.twitter.com/Xy3Qz5VHsR
— Antje Jackelén (@BiskopAntje)
Mayo 4, 2015
Por su parte, el Papa Francisco la llamó "querida hermana" y le agradeció la generosa acogida de los luteranos suecos a muchos latinoamericanos que fugados de las dictaduras militares que encontraron asilo allí. Precisamente, Suecia es el primer país europeo en la ayuda a los refugiados y migrantes.
El Papa agradeció también "la delicadeza que tuvo usted, querida hermana, al nombrar a mi gran amigo el pastor Anders Root. Con él hemos compartido la cátedra de teología espiritual (en Buenos Aíres) y me ha ayudado tanto en la vida espiritual".
Unidos por los cristianos perseguidos
Los cristianos perseguidos son una oportunidad de diálogo para “crecer en la comunión fraterna”. De esta manera, el Papa consideró de “actualidad urgente” la “cuestión de la dignidad de la vida humana, que debe respetarse siempre, así como las temáticas relacionadas con la familia, el matrimonio y la sexualidad”. “Sería una pena si sobre estas cuestiones tan importantes se consolidasen nuevas diferencias confesionales”, añadió.
Hablando de los luteranos-evangélicos, el Papa Francisco sostuvo que “en realidad, no deben ser percibidos como adversarios o competidores, sino reconocidos por lo que son: hermanos y hermanas en la fe”.
Por este motivo, el Papa Francisco recordó el decreto Unitatis Redintegratio del Concilio Vaticano II que sigue siendo el punto de referencia clave para el compromiso ecuménico de la Iglesia católica.
Superar la división para respetar el Evangelio
El decreto ecuménico, que cumplió 50 años (21/11/1964), “expresa un profundo respeto y aprecio por aquellos hermanos y hermanas separados (de la Iglesia católica) a quienes, en la coexistencia cotidiana, se corre a veces el peligro de prestar poca consideración”.
En este camino de diálogo, los fieles católicos tienen un documento que les invita a superar la división entre los cristianos, que “no sólo se opone abiertamente a la voluntad de Cristo, sino que es también escándalo para el mundo y perjudica a la más santa de las causas: la predicación del Evangelio a toda criatura”.
50 años de diálogo entre luteranos y católicos
Snart möte med påve Franciskus i Rom. pic.twitter.com/GQs96v7NnU
— Antje Jackelén (@BiskopAntje)
Mayo 4, 2015
Una amistad que se alimenta en las parroquias
“Los católicos y luteranos deben buscar y promover la unidad en las diócesis, parroquias y comunidades de todo el mundo” subrayó el Obispo de Roma mencionando, en ese sentido, el reciente documento Del conflicto a la comunión, declaración conjunta luterano-católica de la Reforma en el 2017.
En el marco de la declaración publicada por la Comisión Luterano-Católica para la Unidad, el Pontífice indicó que se espera “sinceramente que esta iniciativa lleve a dar, con la ayuda de Dios y nuestra colaboración con Él y con los demás, más pasos en el camino de la unidad”.
En este documento ambas Iglesias consideran “apremiante” el compromiso común “en el ámbito caritativo, en favor de todos aquellos que en el mundo sufren por causa de la miseria y la violencia y que necesitan de manera particular nuestra misericordia”, recordó Francisco.
La Iglesia luterana
La Iglesia Luterana Confesional de Suecia está en comunión con las iglesias Luteranas Confesionales de Europa, ELC (European Lutheran Council) y a nivel mundial con las del ILC (International Lutheran Council). La misión declarada es evangelizar a través del Evangelio y los sacramentos.
Cabe mencionar que el Papa en otras ocasiones ha remarcado el progreso en el diálogo con los luteranos, además de la evidencia de una “sincera amistad en la fe y en la espiritualidad”, sin negar las “diferencias teológicas” que existen sobre varias cuestiones de fe. Sin embargo, "la colaboración y la convivencia fraterna” entre ambas Iglesias son un buen precedente para “el común camino ecuménico”.
En 1517, el monje agustino Martín Lutero publicó las famosas 95 tesis que fueron el origen del protestantismo, las cuales estaban centradas en la libertad interior del cristiano en una relación personal con Cristo, más allá de cualquier autoridad o institución humana en oposición a la Iglesia católica de Roma.