El arzobispo de Montevideo celebró una misa este domingo 26 de abril por el centenario del genocidio armenio con el obispo eparca para los armenios en América Latina. “La verdad no se puede decir a medias”, clamó el cardenal Sturla, quien denunció además la matanza de cristianos.
Cuando el gobierno uruguayo habló primero del genocidio armenio, ninguno antes lo había hecho. 50 años después, Uruguay sigue hablando con claridad de la terrible matanza que se llevó la vida de más de un millón y medio de personas.
Muy concurrida fue la misa en conmemoración por el centenario del genocidio que presidió en la catedral de Montevideo el Arzobispo primado de este país, cardenal Daniel Sturla. El cardenal Sturla celebró con un solideo que perteneció al cardenal Agagianian, quien durante su formación para el sacerdocio estudiaba en Roma y por ello logró evitar la persecución.
En su homilía, que coincidía con el domingo del Buen Pastor, el cardenal Sturla recordó que entre el millón y medio de armenios asesinados hace cien años estuvieron los pastores de ese pueblo, y recordó el martirio del beato Ignacio Maloyan. Este obispo armenio católico fue asesinado por negarse a renegar de su fe, y, tras arreglárselas para distribuir el viático entre sus sacerdotes asesinados, fue ultimado.
“El buen Pastor, después de haber asegurado la verdadera vida a sus ovejas, es abatido por una bala en la cabeza”, explicó el cardenal Sturla, y recordó que en el pueblo armenio “Patria y religión, fe y nación, están indisolublemente unidos”.
En ese sentido, el cardenal Sturla lamentó que se silencie la identidad cristiana del pueblo armenio al conmemorarse el genocidio.
“No deja de ser llamativo cuando se silencia este aspecto en las conmemoraciones que se realizan como si fuera un detalle menor”, insistió.
Y pidió no dejar de reconocer la denuncia del Papa Francisco, al llamar “por su nombre al genocidio armenio”. “No dejemos nosotros de mencionar quién fue, el que en este año tan particular, realizó este acto valiente cuando otros, por estrategia, no lo hicieron”, continuó.
Pero el arzobispo de Montevideo no se quedó allí, y al igual que el Papa y gran parte del pueblo católico, pidió no olvidar los asesinatos de cristianos en varias partes del mundo: “Estemos atentos porque la verdad no se puede decir a medias. Hoy también se está dando matanzas de cristianos, los acontecimientos en Nigeria, en Pakistán, en Siria, en Irak, en Libia”.
“La muerte de cristianos por el solo hecho de serlo no nos puede dejar indiferentes hoy, porque podría suceder que estuviéramos siendo cómplices de una tragedia de grandes proporciones”, clamó Sturla.
Acompañaron al arzobispo numerosos concelebrantes, entre ellos monseñor Vartan Boghossian, obispo eparca para los armenios de América Latina, con sede en Buenos Aires. Asistieron además el ex presidente Luis Lacalle, la familia del presidente Vázquez y representantes de otras religiones, entre otros.
Admiración por el testimonio
En la otra orilla del Río de la Plata, los obispos argentinos también se expresaron sobre la persecución de la que son víctimas miles de cristianos en varias partes del mundo.
“Son los cristianos quienes sufren las mayores persecuciones”, denunciaron los obispos en un documento elaborado durante su última asamblea plenaria.
“Nos estremece la crueldad con la cual hermanos en el bautismo son decapitados, quemados o crucificados por el solo hecho de ser cristianos”, afirmaron, pero aclararon: “Junto a la consternación que nos provocan estos hechos de crueldad sentimos admiración por el testimonio y la coherencia de muchos hermanos que están entregando su vida para guardar la integridad de su fe religiosa”.
Hoy celebramos a...