"Estoy aquí para hacer saber a la corte suprema que el matrimonio viene de Dios, es el génesis de la humanidad. Si sacamos el matrimonio del contexto de la unión entre un hombre y una mujer, pasa lo mismo que mi mamá y mi papá: separación y dolor a los hijos".
"No se puede redefinir el matrimonio porque entonces algo va a faltar, quizás sin darnos cuenta hay un vacío…que sólo llena la familia y veo el daño que causé a mi hijo y no quiero eso para futuras generaciones", declaró.
"Ha habido muchas encuestas que dicen que la gente está a favor del cambio de aceptar las uniones de personas del mismo sexo, pero yo sé que no toda la gente ha tomado esta encuesta, la mayoría de la gente está a favor de Dios y el matrimonio no es algo arbitral, viene de Dios", terminó.
El matrimonio de Julio y Maria Espinal, originarios de República Dominicana residentes de Nueva York, fueron a participar en la marcha porque para ellos alzar la voz es necesario.
"Hemos venido a marchar porque como matrimonio queremos seguir el plan Dios –dijeron-. No se trata sólo de cambiar el matrimonio votando por esto. Sólo Dios puede dar la vida, no podemos cambiar el plan de Dios".
"El matrimonio es un proyecto de Dios, por eso venimos a marchar, para no permitir esto, quizás ahora somos unos pocos pero estamos acá para decir que no queremos que suceda esto, pues sería una catástrofe -advirtieron-. ¡Qué va ser del mundo y de las generaciones futuras! Dios tiene su plan y es un plan bueno. Quién es el hombre para cambiar esto…. No todo lo que se le ocurre al hombre es bueno".
"No nos quedemos callados, lo malo parece bueno, esto va a afectar a futuras generaciones es nuestra labor defender la verdad…. ¡Elevemos nuestra voz! -exhortaron-.Que la gente se conciencie: lo correcto es el matrimonio entre un hombre y una mujer".
Para Mirtha Monica Morales, originaria de Lima (Perú) y residente de Washington D.C., salir a marchar es una manera de dar testimonio de la importancia de los valores de familia y del matrimonio.
"Me uní a la marcha porque soy consciente de que mientras transmitamos el mensaje de los valores tradicionales del matrimonio, de la dignidad de toda persona desde el bebé hasta el anciano, mientras que hablemos y dialoguemos con todas las personas (desde nuestros familiares hasta las personas en las calles), ponemos un grano de arena para poder ayudar a que nuestra sociedad mejore y se acuerde de estos valores que tenemos", explicó.
"Es por eso que yo me sentí animada a participar en esta marcha -concluyó-, para unirme a la voz de mucha gente que está preocupada por lo que está sucediendo en este país y que afecta globalmente".
"Las consecuencias son globales, estamos viviendo en un mundo globalizado con la tecnología, ideologías y demás, lo que está sucediendo en los Estados Unidos de querer redefinir el matrimonio va a repercutir a nivel mundial -constató-. El senador estatal de Nueva York Ruben Díaz ha dicho durante la marcha que esto es una imposición, acá no habido un referéndum, esto fue impuesto. Y muchos jueces están apoyando estas uniones y muchos creen que en un par de meses se legalizará a nivel nacional".
A la marcha acudieron numerosas familias, niños y ancianos. La nación se prepara para la lucha legal que definirá la postura legal del matrimonio en la sociedad estadounidense. El pueblo ya salió a dar su opinión, toca el turno de los jueces de escuchar.