Aleteia logoAleteia logoAleteia
viernes 29 marzo |
San Eustasio, obispo - Viernes Santo
Aleteia logo
Estilo de vida
separateurCreated with Sketch.

¿Eres virgen? ¡No cometas los errores que yo cometí!

lágrimas

© LMAP

La Opción V - publicado el 27/04/15

No te apresures, no te dejes llevar por lo que “todos hacen”, por las promesas de "amor eterno" o por la presión

La Cuaresma está llegando a su fin.
No olvides a Aleteia en tu ofrenda cuaresmal
para que brille la esperanza cristiana.
¡Apoya a Aleteia!

 

DONE AHORA

El día de hoy, a la hora del almuerzo, me encontré con una de mis mejores amigas, a quien estimo y quiero muchísimo. Es  una amiga como ninguna, quizás la mejor amiga que he tenido en mi vida y me apena no haberla conocido antes. Digo esto porque en el momento de mayor vulnerabilidad en mi juventud fui mal aconsejada por una supuesta “amiga”. Su influencia en aquel momento me llevó a tomar muy malas decisiones, de las que hoy me arrepiento.

Mi amiga llegó al restaurante con otra amiga, a quien yo no conocía. Ya me había comentado por teléfono que me caería muy bien, así que supuse que sería una buena persona y no me equivoqué. Estando las tres sentadas conversando, riendo, tocamos el tema de la castidad.

Para esto mi mejor amiga es virgen y tiene 31 años, y ya lleva dos años con su actual enamorado. Él es un gran chico, es amigo mío también —de hecho yo los presenté—, la quiere mil y la respeta. Por otro lado, su amiga también tiene 31 años y está felizmente casada. Y digo FELIZ con todas sus letras.

Cuando tocamos el tema, mi amiga le dijo a su amiga que yo había optado por vivir la castidad gracias a La Opción V, una comunidad que lucha por comunicar y explicar el verdadero concepto de la castidad, el otro lado de lo que el mundo nos ofrece, una opción contracorriente.

Su amiga sonrió y luego mi amiga me dice que su amiga también vivía la castidad y que llegó virgen al matrimonio. Cuando dijo esto me dio muchísima alegría por ella. Me encantó nuestra pequeña reunión que nos ayudó a despejarnos un poco del estrés de nuestras oficinas en San Isidro. Se respiraba paz, entre nosotras se generó un ambiente muy bonito, cálido, y me dio mucho gusto conocer a su amiga.

Terminado el almuerzo cada una regresó a su trabajo. De pronto, sentada en mi escritorio, me desplomé. Las lágrimas se me caían sin parar. Sé perfectamente que de los errores se aprende, pero desafortunadamente algunos errores no se pueden reparar porque no hay vuelta atrás.

Aunque si no me hubiese pasado esto a mí, tampoco podría escribirles esto ahora. Solo quiero decirles lo terrible que me siento por no haber conservado mi virginidad. Ese dolor lo llevo muy dentro, y a pesar de que Dios ya me ha perdonado, yo no logro hacerlo.

Se me siguen cayendo las lágrimas al escribirles y contarles esto. Les confieso que en mi desesperación a veces he pensado que me gustaría perder la memoria, pero ni eso serviría. Me siento terrible por haber tenido relaciones sexuales con enamorados que me juraban “amor eterno”. El último hasta llegó a decirme que se quería casar conmigo. Todo era falso.

Es verdaderamente difícil para mí pensar que no tendré la oportunidad de entregar mi virginidad a quien será mi futuro esposo y con quien quiero compartir todos mis días. Eso sencillamente me destruye el corazón.

No es la primera vez que lloro pensando en que es imposible retroceder el tiempo para cambiar las cosas, evitar a ciertas personas, lugares, situaciones, cosas que jamás debí permitir.

Recuerdo que cuando decidí optar por LOV hace ya dos años, una vez, siendo consciente de lo que significaba haberlo dado todo a quienes no lo merecían, lloré por horas en la ducha. Pero ni miles de horas pudieron hacerme sentir limpia…

A pesar de no ser una chica catalogada como una “bitch” —no soy como las mujeres que muestran todo por ahí o andan de fiesta en fiesta buscando embriagarse para que les sirva de excusa para acostarse con alguien—, he llegado a sentir tanta lástima por mí misma como lo siento por ellas.

La verdad, he escuchado a chicas contando con cuántos de aquí o extranjeros han tenido relaciones sexuales, o de qué continentes, como si los hombres fuesen una colección de trofeos.
No sólo las chicas somos las usadas como objetos sexuales, sino también los hombres.

Cuando decidí vivir la castidad hice un RESET TOTAL en mi vida, y aunque hoy estoy viviendo la castidad, el simple hecho de recordar mis errores me mata.

Por eso, con el corazón en la mano, si tú aún conservas tu virginidad, te imploro: no te apresures, no te dejes llevar por lo que “todos hacen”, por los “consejos” de ciertas “amistades”, por las promesas de “amor eterno”, o por la presión de quien te hace sentir que “no lo/a quieres”  si no se lo demuestras con el sexo.

No quisiera que te equivoques como yo me equivoqué. No entregues el tesoro más valioso que tienes, destinado para una sola persona, tu futuro esposo o esposa, porque una vez que lo entregues no podrás recuperarlo jamás. Recuerda que el que ama de verdad, sabe esperar.

Quiero cerrar esta historia con esta canción [Florence and The Machine –

] que justo escuché mientras me sentía muy triste y, por esas casualidades de la vida, tiene cierto mensaje para las personas que ya se equivocaron y cargan con ese peso que las oprime.

Se trata, como dice la canción, de “shake it out”, es decir, “sacudirlo” o “botarlo”. Es lo que debemos hacer si Dios ya nos ha perdonado: debemos procurar perdonarnos a nosotros mismos para no hacernos más daño del que algún día nos hicimos con nuestras malas decisiones.
Por R.R., 28 años
Artículo originalmente publicado por La Opción V

Tags:
castidad
Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

ES_NEW.gif
Oración del día
Hoy celebramos a...




Top 10
Ver más
Newsletter
Recibe gratis Aleteia.