Más de 100.000 personas se manifestaron en Addis Adeba
"Quiero que la comunidad internacional no descanse hasta que esos demonios sean destruidos", dijo la madre de uno de los 30 cristianos de Etiopía que fueron asesinados por militantes del grupo Estado Islámico el pasado fin de semana.
La mujer hizo sus declaraciones en una entrevista el miércoles ,durante una manifestación de protesta en Addis Abeba, la capital etíope, donde más de 100.000 personas se reunieron en solidaridad con los cristianos asesinados.
Añadió que espera de que "estos traficantes de personas sean capturados uno a uno".
Los 30 cristianos etíopes muertos en Libia, en un acto horripilante mostrado en un vídeo de Estado Islámico, al parecer, estaban tratando de llegar a Europa. Muchas personas de África y el Oriente Medio han tomado una ruta similar, muchos contratan los servicios de contrabandistas, y muchos han perdido la vida en el camino, ya sea por ahogamiento en el Mediterráneo o por convertirse en víctimas de la violencia.
La manifestación el miércoles puso de manifiesto a la incapacidad del gobierno de Etiopía de elevar el nivel de vida de la población, pues la pobreza alimenta el flujo de migrantes a través de zonas peligrosas, informó AP. De hecho, la marcha no fue apoyada por el gobierno.
"Queremos venganza por la sangre de nuestros hijos", dijeron los manifestantes en la Plaza Meskel de Addis Abeba.
Ahaza Kassaye, la madre de una de las víctimas, Eyasu Yikunoamlak, dijo a AP que se sentía reconfortada por la masiva participación.
"Estoy feliz ahora. Estoy muy feliz. Yo estaba de luto por la muerte de mi hijo con los miembros de la familia y mis vecinos. Nunca esperé que esto sucediera", dijo.
Durante la marcha, los manifestantes que lanzaban piedras se enfrentaron con la policía, que detuvo al menos a 100 personas. Ahaza, que tuvo que buscar refugio en un café, dijo que esperaba que el gobierno reaccionara a los asesinatos cerrando todos los cruces fronterizos ilegales y arrestando a presuntos traficantes de personas.
Los obispos católicos de Etiopía condenaron "en términos inequívocos" la ejecución de 30 migrantes cristianos etíopes en Libia.
"Estos mártires etíopes que fueron masacrados en la costa y el desierto de Libia no eran políticos, ni militares, ni eran personas armadas, ni estaban considerados peligrosos para la seguridad, sino que eran jóvenes inmigrantes inocentes que esperaban un futuro mejor al llegar de su destino; que transformara sus vidas, las vidas de sus familias e incluso contribuyera a la mejora del país de destino ", dijeron los obispos en una declaración emitida durante su asamblea plenaria, que concluye hoy.
El primer ministro etíope, Haile Mariam Desalegne, afirmó que, si bien la pobreza es la causa fundamental de las migraciones, los contrabandistas fueron los culpables de alentar a las personas pobres a lo que él llamó "el viaje de la muerte". Los legisladores debatieron el martes una posible respuesta a los asesinatos de los Estados islámicos, pero no queda claro si la acción militar es una opción. El gobierno ha anunciado tres días de luto nacional.