La Iglesia busca hombres y mujeres que quieran entregarse Cristo y servirle al prójimo
No es fácil saber con exactitud cuántos sacerdotes existen en Venezuela. Sin embargo, es evidente la necesidad de estos en la capital del país sudamericano; tanto, que el cardenal Jorge Urosa Savino declara: “Necesitamos en Caracas muchos sacerdotes, y personas totalmente consagradas al servicio de Dios y de la Iglesia. Se trata de una de nuestras mayores necesidades”.
Las palabras del arzobispo metropolitano buscan incentivar a los sacerdotes y diáconos, miembros de los institutos de vida consagrada, movimientos de apostolado seglar, y fieles de la arquidiócesis de Caracas, con motivo de la 52ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, convocada bajo el lema: ¡Qué bueno caminar contigo!, que se realizará el domingo 26 de abril, fiesta del Buen Pastor.
“El Papa Francisco nos exhorta una vez más a orar a Dios Nuestro Señor por el aumento y la perseverancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada”, ha escrito el cardenal Urosa en un mensaje que será leído en las celebraciones eucarísticas de este fin de semana, y agrega:“La Iglesia, en efecto, necesita muchos pastores y mensajeros de la misericordia del Señor”.
Algunos números para pensar
Aunque el arzobispo no ha revelado números, no obstante, es evidente el deseo por fortalecer las cifras de sacerdotes y religiosos(as). En ese orden, sirva de comparación el trabajo de Alejandro Villarreal, cuando en 2013 reveló que para casi 25 millones de católicos venezolanos, apenas existían 2.557 sacerdotes (diocesanos y religiosos), siendo atendidas 9.705 personas por cada consagrado.
Más reciente, las cifras de la agencia Fides relativas a 2014, y publicadas con motivo de la Jornada Mundial de las Misiones del venidero 19 de octubre, también alertan sobre esta necesidad. Si bien no detallan los números exactos de consagrados por cada país de América, explican que el continente ha sufrido “en una medida más leve” la disminución de sacerdotes si se compara con Europa, donde sí es “notable”.
Esa levedad, por supuesto, incide en Venezuela, y en consecuencia, en la intencionalidad de la Iglesia. “Sin el pastor se dispersan las ovejas”, sostiene Urosa.“Sin sacerdotes no hay eucaristía, ni animación pastoral, ni sacramentos de salvación”, explica. Los consagrados, “al entregar su vida totalmente al servicio de Dios y de la iglesia, realizan labores extraordinarias y fortalecen e impulsan la vida de la Iglesia”.
El mensaje del cardenal Urosa es más explícito en el llamado: “Necesitamos en Caracas muchos sacerdotes, y personas totalmente consagradas al servicio de Dios y de la Iglesia. Se trata de una de nuestras mayores necesidades (…) Sin ellos la vida de la Iglesia decae, pues falta el pastor que esté pendiente de las ovejas”.
Describe parte de las actividades que en la Iglesia venezolana cumplen los consagrados: “Las escuelas, la atención a los hogares de ancianos y de niños necesitados, la atención a los pobres en las vicarías religiosas, son solamente algunas de las tareas que, como instrumentos de la misericordia de Dios, ellas y ellos realizan a lo largo y ancho de nuestra ciudad y de todo el país”.
El directorio de la arquidiócesis de Caracas del año 2013 da cuenta de 127 sacerdotes diocesanos y 19 diáconos permanentes; además, menciona a 85 y 42 congregaciones religiosas de mujeres y hombres, respectivamente, aunque sin presentar la nómina de cada una estas. Sin embargo, tales cifras “no son suficientes”, a decir del arzobispo.
Por ello, considera necesario “que se asuma como una prioridad el trabajo de pastoral vocacional. De ello dependerá el futuro de nuestra Iglesia en los próximos años (…) Lo repito de nuevo: en este campo nos jugamos el futuro de la Iglesia”.
Finalmente reiteró en su mensaje “la disposición de incluir siempre en los actos de piedad la oración por las vocaciones consagradas, la cual no se omitirá nunca en la oración de los fieles en la Santa Misa”.