Miles de devotos renovaron este domingo su afecto y agradecimiento a san Expedito, patrón de las causas urgentes
Vitoreándolo, miles arrojan papeles al cielo para recibirlo. No es un político. No es un deportista. Es apenas la imagen de un santo muy querido por los argentinos. Patrono de las causas urgentes, san Expedito es uno de los santos con más devotos en la Argentina.
Decenas de miles se acercaron el domingo a la parroquia porteña de Nuestra Señora de Balvanera, convertida desde hace unos años en punto de peregrinación para los devotos de san Expedito y a su santuario, haciendo inmensas hileras para depositar una flor o apenas besar los pies de la imagen, y recibir la bendición de los sacerdotes.
A lo largo de todo el día, se vieron misas abarrotadas. Los servidores del santuario trabajaron a todo pulmón desde muy temprano en la madrugada para acompañar el peregrinar de los fieles, muchos de los cuales caminaron emocionados proclamando un agradecimiento, que como decían varios pasacalles, es “eterno”.
El templo abrió a las 0 horas, y el primero en celebrar la misa fue el obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor José María Baliña. Distintas misas por la paz, por el trabajo, por la vida, por los enfermos, por la familia, por las causas justas y urgentes, por la solidaridad, por la misión, por el país, y por los servidores –la última del día- fueron concelebradas por decenas de sacerdotes y varios obispos.
El lema de la fiesta de este año fue Con María y san Expedito, pedimos por lo que nos aflige y nos desvela.
Pero no sólo en Buenos Aires celebraron los argentinos a este prolífico intercesor ante Dios para la solución de las causas urgentes.
En Bermejo, San Juan, donde hay una capilla a él dedicada erigida hace más de 30 años por agradecidos devotos que luego se convirtió en la primera parroquia dedicada san Expedito, hubo más de 15 mil peregrinos.
Pero no sólo allí, ya que en Angaco, donde hay otra ermita en honor del Santo, se congregó una masiva caravana de gauchos en 60 carruajes antiguos.
En Santiago del Estero, en Choya, músicos y jinetes acompañaron una caminata en honor del santo. En Quimilí, misma provincia, también hubo lugar para que con la cultura y el arte se honre a san Expedito. También en Entre Ríos, en Anacleto Medina, fue masiva la procesión y la concurrencia a las misas.
En San Ignacio, a pocos kilómetros de las ruinas de las antiguas misiones jesuíticas, en la provincia de Misiones, una sencilla gruta también convocó a peregrinos que participaron de algunos 9 rosarios rezados durante la tarde, en apenas uno de los puntos que congregaron a los devotos de san Expedito en esta provincia.
El santo de lo urgente
Nacido en el siglo III, y proveniente de una familia patricia, Expedito llegó a ser comandante, según se afirma en algunas biografías, de la Fulminante en las legiones romanas.
Tras una batalla, y luego de conocer el cristianismo a través del testimonio de los primeros cristianos, decidió convertirse. Ante su decisión, narra la tradición, el demonio en forma de cuervo le grita: Cras, que en latín significa mañana. La respuesta de san Expedito fue: hodie, en latín, hoy. Y el santo pisó el cuervo.
Murió mártir en el 303, junto con otros soldados, durante la persecución de Diocleciano.
Si bien sorprende la devoción que se le tiene en la Argentina, hay imágenes suyas y manifestaciones muy fuertes de agradecimiento a este santo de lo urgente en Chile, Costa Rica, Brasil, Estados Unidos –donde se tiene incluso una reliquia que podría ser de él, en Fargo- y en España, entre otros lugares.
Varias de las oraciones a san Expedito circulan por correo electrónico, como otrora aparecían masivamente en los bancos de las parroquias en sencillas fotocopias. Miles de personas testificaron el 19 de abril que