La estrella de fútbol americano es condenada a cadena perpetua por asesinato
En su momento era considerado uno de los mejores alas abiertas en el deporte del fútbol americano. Su equipo Los Patriotas de Nueva Inglaterra así lo creía al firmar con él un contrato de 40 millones de dólares.
Pero Aarón Hernandez, de tan solo 25 años de edad, pasará el resto de su vida tras las rejas convicto de asesinato en primer grado, crimen que implica carcel de por vida sin posibilidad de libertad condicional.
Hernandez, conocido por su fuerte temperamento desde su juventud en Bristol Connecticut, estaba llamado a ser uno de los mejores jugadores de la liga, pero su temperamento le ganó la partida.
El ex-ala cerrada fue encontrado este miércoles 15 de abril culpable de matar a sangre fría a Odin Lloyds el 27 de junio de el 2013. Los motivos nunca fueron aclarados durante el juicio, pero se menciona que Hernandez estaba molesto con Lloyd por problemas surgidos dos días antes.
También la fiscalía mencionó que Hernandez mató a Lloyd por lo que éste sabia de un doble asesinato, lo cual, como sólo es especulación, no fue presentado como evidencia. Hernandez enfrentará juicio más tarde por este doble asesinato.
La caída estrepitosa de Aarón Hernández sirve de triste recordatorio de que la fama, el dinero y una exitosa carrera profesional no son suficientes para alguien que más que alabanzas y premios, merece ayuda profesional.
Con la fama y el dinero se pueden adquirir muchas cosas, incluidos amigos como los que Aarón Hernandez tenía, que participaron con él en tan cruel asesinato y que enfrentarán juicios más tarde.
Con talento llega el dinero, pero ni fama ni talento sirven para suplir la falta de valores morales. Hernández creyó que su estatus social lo libraría de culpa, pensó que era intocable; ahora tendrá el resto de su vida para reflexionar sobre sus errores.
El alcalde de la ciudad natal de Hernandez resumió la tragedia que ha destruido más de una vida: "Me siento mal por la familia Odin Lloyd", declaró el alcalde Ken Cockayne al Hartford Courant, "perdieron a alguien cercano a ellos".
"Es una pena que alguien que lo tenía todo y era el ídolo de muchos niños pequeños hirió esos sueños de los niños", añadió: "esto demuestra que sin importar quien sea, usted todavía tiene que vivir dentro de la ley y respetar a los demás".